Quitamos el peaje al 9% de las autopistas para luego ponérselo al 100% de las autovías ¡Jugada maestra!
Asturias es una región en la que se maltrata fiscalmente a quienes vivimos en ella y que, además, se nos maltrata también por entrar o salir de la misma. Para entrar en Asturias hay que pagar entrada, o peaje, concretamente, ir y venir en coche a Madrid supone 59,2 euros solo en peajes. Mientras esto sucede en Asturias en el resto de España ya se han suprimido los peajes en 1.000 de los 2.500 de autopistas existentes, el 40%.
Bueno, no en toda España, sólo entre ciudades gobernadas por la izquierda, como el tramo de Cádiz a Sevilla, o en regiones que estaban presididas por el PSOE o sus socios golpistas: Aragón, Valencia y Cataluña; con una sola excepción. Sólo hay una región gobernada por el PSOE en la que no se suprimieron los peajes ¿saben cuál fue? Asturias, donde tenemos un presidente muy gallu, muy campanudo, pero que no pinta nada en el PSOE nacional.
Manda más el Bildu gallego, el Bloque, con tan sólo un diputado que la FSA con el doble. El Bildu gallego ha conseguido unas condiciones de rebajas y descuentos mucho más favorables que las del Huerna: bonificaciones del 100% para el transporte pesado y para vehículos ligeros en los recorridos de ida y vuelta dentro de las 24 horas.
Es cierto que el Partido Popular es el responsable de la prolongación del peaje hasta 2050, cuando deberíamos haber quedados liberados de este portazgo en 2021, y lo hizo sin cumplir el procedimiento de contratación pública, tal y como ha dictaminado la Comisión Europea.
Esa chapuza perpetrada por el Partido Popular ha provocado que los asturianos sigamos pagando el peaje más caro de todo el Reino y que el gobierno de la nación se vea obligado a compensar a la adjudicataria con una indemnización que puede llegar hasta los 1.000 millones.
Como siempre, los errores de los políticos son socializados y somos los ciudadanos los que tenemos que pagarlos. Óscar Puente, ministro de Transportes, declaró que no renovarán las concesiones y que una vez extinguidas, las autovías se financiarán con impuestos. Aunque lo afirmó de manera sibilina: «Las carreteras no son gratis, o se pagan con impuestos o con peajes. La política actual del Gobierno es retirar los peajes de todas las autopistas a medida que van venciendo los contratos. Y cuando eso esté homogenizado, tendremos que tomar una decisión como país».
Vamos a traducirlo al cristiano: cuando en 2032 acaben todas las concesiones, vamos a poner un impuesto por circular por todas las autovías, las que anteriormente eran de pago y las que no. O sea, que van a suprimir los peajes de 1.500 kilómetros de autopistas para luego imponer un impuesto a los 17.000 kilómetros de vías de alta capacidad. Quitamos el peaje al 9% de las autopistas para luego ponérselo al 100% de las autovías ¡Jugada maestra!
¡Como si ya no pagaran por ello! El 43% del precio de la gasolina son impuestos y los impuestos pueden llegar a representar ¡hasta el 36% del precio de un coche! Todo lo anterior no nos debe hacernos olvidar cómo el marido de Begoña lleva años tomándonos el pelo a los asturianos con los descuentos del Huerna.
Sólo en 2023 han tangado el 47% del importe de bonificaciones para los turismos. Hemos pagado casi 3 millones de euros de más por circular por el Huerna en un año. 41 millones de euros de más en los últimos 14 (23 de un total de 64 millones previstos). Por ello, no basta con suprimir el peaje, hay que ir más allá y exigir que el importe no consumido de los 337 millones de euros en bonificaciones previstos para el periodo 2021-2050 reviertan en Asturias.
Defender Asturias no es envolverse en la bandera y farfullar en llingua, sino, entre otras cosas, suprimir aquellos obstáculos que impiden el desarrollo económico de la región, como es el peaje del Huerna.
Javier Jové es diputado regional por Vox en Asturias y miembro fundador del Club de los Viernes