Junto a la plaza Mayor, a las puertas del barrio marinero de Cimavilla, se encuentra la casa en la que nació el ilustrado gijonés Melchor Gaspar de Jovellanos. Esa casona de piedra, convertida en la actualidad en referencia de las Bellas Artes en Gijón, cumple este 2021 50 años como Museo Casa Natal de Jovellanos. Aunque pronto su misión será otra, la de convertirse en un centro jovellanista y de estudio del pensamiento ilustrado.
Parece que el museo lleva ahí toda la vida, pero no es así. La instalación cumplirá medio siglo el próximo agosto. Y para conmemorar el aniversario de su inauguración, un empeño que los gijoneses perseguían desde hacía muchos años, han preparado un programa repleto de exposiciones y actos. Se trata de rendir homenaje y dar importancia al legado del ilustrado gijonés, que en vida siempre luchó por traer a su ciudad natal las últimas tendencias intelectuales.
Cómo la casa de Jovellanos se convirtió en museo
La casa-palacio en la que nació y vivió Jovellanos se construyó entre los años 1525 y 1548, y desde entonces sufrió numerosos avatares. No fue hasta la década de los veinte del siglo pasado cuando la ciudad se empeñó en transformar el entonces defenestrado palacio en un museo dedicado a la figura del ilustrado.
La Administración local se hizo con el edificio en 1944, y seis años después el Ayuntamiento y el Estado comenzaron a negociar para transformarlo en un museo. En 1966 el Gobierno aprobó el proyecto y en 1968 se iniciaron las obras. Finalmente, se inauguró el 6 de agosto de 1971, después de invertir en él 4.632.415 de pesetas.
Programa de actos del 50 aniversario
A lo largo de cincuenta años de historia, el museo se ha erigido como un punto de referencia fundamental para conocer y comprender la historia, la memoria y la identidad de Gijón.
Y para celebrar su aniversario el Museo Casa Natal de Jovellanos ha organizado una amplia programación que se prolongará durante todo el año. En definitiva, se trata de «una mirada a la historia y la transformación de lo que comenzó siendo una colección artística y a día de hoy es una institución dinámica y abierta», indicaron sus organizadores. Su objetivo, «preservar la memoria histórico-artística y ser un espacio de referencia de la identidad colectiva».
Entre las actividades y actos pueden encontrarse las siguientes:
- ‘Señales identificables. El archivo Navacués‘: exposición que desde ya y hasta el 3 de octubre puede visitarse en el museo. Mostrará los fondos escultóricos de Navascués.
- ‘Museo Casa Natal de Jovellanos. El marco y su doble’: exposición que podrá visitarse desde el 10 de junio hasta el 12 de septiembre en el Centro de Cultura Antiguo Instituto. Recopilará de la mano del prestigioso artista Paco Cao fondos de todas las colecciones para mostrarlos desde su particularidad y contemporáneo punto de vista.
- ‘El horizonte en una esquina’: exposición dedicada a Ventura Álvarez Salas, que además de mostrar las obras del creador en la colección municipal acercará a la Casa Natal óleos del Museo del Prado y de colecciones privadas. Podrá visitarse del 1 de julio al 3 de octubre.
- ‘Retrato de Melchor Gaspar de Jovellanos con el arenal de San Lorenzo al fondo’: del 5 de agosto al 12 de septiembre en el museo podrá observarse esta obra de Goya. Además, durante estos dos meses un ciclo de conferencias se centrará en la figura del ilustrado y especialmente, en su faceta coleccionista aficionado a las bellas artes.
Futuro centro de estudio del pensamiento ilustrado
La presentación de los actos del 50 aniversario sirvió también para anunciar que el museo se transformará -sin mucho tardar- en un centro jovellanista y de estudio del pensamiento ilustrado. La intención es que la obra pictórica que alberga en la actualidad se traslade al edificio de Tabacalera.
La alcaldesa de Gijón, Ana González, afirmó durante la presentación de los actos que desde la apertura del museo ha pasado medio siglo de trabajo «bien hecho». Sin embargo, apuntó que esta fecha «debe marcar un punto de inflexión».
El propósito es ahora que la antigua fábrica de tabacos albergue la colección pictórica municipal. Mientras, la casona del prócer gijonés será más casa que museo, convirtiéndose en una especie de «santuario jovellanista». Y, por encima de todo, en un enclave donde Jovellanos siga vivo y donde se divulgue su legado y sigan vivos los valores de la Ilustración.