La FMSS mantendrá la atención telefónica surgida en el confinamiento
La concejala de Bienestar Social y Educación del Ayuntamiento de Gijón, Natalia González (PSOE), ha señalado este jueves que fruto de la pandemia de la COVID-19 algunos servicios y medidas implementadas durante el confinamiento y Estado Alarma quedarán ya a futuro, como es el servicio telefónico, la agilidad de las ayudas o el sistema telemático de la tramitación de las ayudas a energía.
Así lo ha indicado en rueda de prensa en el Consistorio gijonés respecto a la memoria de la Fundación Municipal de Servicios Sociales en 2020, año marcado por la pandemia de la COVID-19 y que, según la edil, se atendió a los colectivos más vulnerables.
Ha señalado, asimismo, que se ha conseguido una flexibilización en las ayudas de emergencia. González ha recalcado que hubo que adoptar medidas «muy diferentes» una vez decretado el Estado de Alarma. Ha agradecido, en este sentido, el gran equipo humano que cuenta la FMSS y que hizo un trabajo «mucho más allá que su obligación».
En datos económicos, ha indicado que el presupuesto con el que contó fue 22.787.355 euros, de los que 5.626.000 fue para atender necesidades de las familias, y de estos, más de tres millones corresponden a atender emergencias, 1,2 millones para las nuevas ayudas directas que sustituyeron a la Renta Social y otra parte para suplir las becas comedor.
Asimismo, ha apuntado que fueron 54.021 personas las que se acercaron a la FMSS, y eso que la atención presencial no fue posible siempre. Aún así, ha resaltado que la Fundación fue capaz de que, pese a la no presencialidad, que las personas pudieran pedir la ayuda que necesitaban.
Para ello, se crearon dos oficinas nuevas. Una de ellas la de atención telefónica, atendida por una trabajadora social. Esta atendió un total de 889 llamadas, de las que se resolvió la situación en 288 de ellas. Ha matizado, eso sí, que 313 de esas llamadas no eran para servicios sociales.
La segunda oficina se creó para apoyar a las personas posibles beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital, no solo las 704 que se gestionarán para pasar desde el Salario Social a esta nueva prestación, sino que se prestó ayuda en 800 solicitudes.
González ha destacado, además, que se ejecutaron casi 4,5 millones de euros en convenios nominativos, más 227.000 euros extra para apoyar al Tercer Sector por el sobreesfuerzo durante la pandemia, y 260.000 para la convocataria de concurrencia competitiva.
La edil sí que ha incidido en que respecto al perfil del usuario, se sigue observando una «feminización de la pobreza», siendo un 65 por ciento mujeres las solicitantes, sobre todo las familias monoparentales.
Junto a ella han intervenido el director de la FMSS, Marco Luengo, la jefa de División de Acción Social y la jefa de Promoción Social, Ana Núñez y Aída Aráujo, respectivamente. Ana, por su parte, ha explicado que durante el confinamiento se creó cuenta de correo electrónico específica para que tuvieran ese canal nuevo para urgencias. También se creó un servicio de WhatsApp para que los ciudadanos pudieran aportar documentación, al estar cerrada la atención al ciudadano, entre otras cosas. Asimismo, hubo una modificación también en las ayudas para dar cabida a personas que no llevaban un año de empadronamiento o estaban en situación irregular. Situaciones muy complejas, según ella, de personas que no tenían forma de acceder a ingresos.
Durante el confinamiento, además, se creó el dispositivo de alojamiento para personas sin hogar en el pabellón de La Tejerona, que dio cabida a 147 personas, un 47 por ciento eran de Gijón y el resto de otras partes de Asturias.
Se abrieron, por otra parte, dos oficinas de registro cuando acabó el confinamiento, se reagruparon algunos servicios y se articularon turnos de trabajo presencial y telemático, haciendo en el primer caso ‘burbujas’. También se implantó el turno de cita previa. Asimismo, se continuó aplicando la flexibilidad en las ayudas, con 2.245 concedidas.
En cuanto a Infancia y Adolescencia, las profesionales siguieron manteniendo el contacto a distancia con las familias. Por otro lado, las psicólogas de la FMSS colaboraron en la elaboración de material para ‘Gijón se queda en casa’, programa virtual durante el confinamiento.
Respecto al Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), se hicieron llamadas de seguimiento en algunos casos, para controlar el bienestar de esas personas. Se implementó también un servicio especial de SAD urgente por COVID, para las altas hospitalarias por esta enfermedad.
En el confinamiento, se amplió el servicio de catering para todos los mayores que lo necesitaran, con unos 2.500 menús dados. Hubo una estrecha relación con Policía Local para detectar personas que podían estar en riesgo, según Núñez.
Aráujo, en su caso, ha indicado que se tuvieron que suspender muchas actividades comunitarias por la pandemia. Por otro lado, ha apuntado que se espera que pronto se pueda presentar el Plan de Mayores de Gijón, mientras que se sigue trabajando en el II Plan de Infancia y Adolescencia 2020/2024. Ha resaltado, además, los avances en el Plan de Adicciones y ha añadido que se plantean crear una Escuela de Padres.
Luengo, por su lado, ha avanzado que hay tres grandes retos que tienen por delante en la Fundación: ser capaces de avanzar para garantizar ingresos mínimos de manera más normalizada y sin contrapartidas; cuidar el bienestar emocional de la persona, que se formen redes y la gente se relacione y se cuide; y ajustar medidas para que personas mayores sean autónomas y que lo puedan hacer en su entorno.
Para abordar estos retos, Luengo ha considerado que hay que reforzar la atención primaria de los servicios sociales. También ve preciso ir centrándose mucho más en qué es lo que necesita la gente y cómo ajustarse a esto, en vez de obligar al ciudadano a que se ajuste a las normas.
Ha reiterado la necesidad de ser más flexibles, yendo a un modo más colaborativo. Sobre esto último, ha indicado que se está trabajando con otras áreas municipales, como empleo, o del Principado y otras entidades.
Por miGijón