Gijón tendrá este año medio millón más de luces de navidad que el pasado año. Coste: algo más de medio millón
Espero que tanto brilli-brilli navideño no se quede en una de pan y circo versión 4.0
1. Los políticos romanos elaboraron un plan en el año 140 a. C. para ganar los votos de los pobres: regalar comida barata y entretenimiento al pueblo. Una exitosa fórmula para conseguir el objetivo buscado: la forma más efectiva de subir al poder. Así nació el “panem et circenses”, el “pan y circo”. Julio César inició la senda de un populismo que tres siglos después seguiría en plena efervescencia. Cuentan las crónicas que Aureliano llegó a repartir el pan y el circo a 300.000 personas.
Sigo con los argumentos para que este arranque histórico case en la reflexión final surgida de mi paseo semanal.
2. Abel Caballero, a la sazón alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios, se hizo aún más famoso y ocupó casi hasta el cansancio cientos de páginas de periódico y minutos de radio y televisión cuando anunció que el alumbrado navideño de su ciudad dejaría pequeño al encendido del Rockefeller Center en Nueva York. Y a fe mía que las cifras que se manejan no envidian las de otras grandes ciudades del mundo: diez millones de leds que este año ya se comenzaron a montar en agosto. Coste: algo más de un millón de euros.
3. Gijón tendrá este año medio millón más de luces de navidad que el pasado año. 170 calles de la ciudad sumarán 501 arcos, 225 motivos navideños, 280 árboles decorados, más de 30 elementos 3D y doce techos de luz. En total: unas 1.000 decoraciones y más de 3.500.000 puntos de luz. El encendido oficial se adelanta una semana y la luz navideña brillará desde el 27 de noviembre. Coste: algo más de medio millón.
4. Los ayuntamientos avalan sus iluminaciones navideñas como un elemento dinamizador del comercio local. Las calles iluminadas atraen más y supuestamente activan las compras y el consumo.
«Lo que no tengo tan claro es si en este tiempo que vivimos es necesario incrementar el gasto público para que más calles tengan manzanas gigantes de colores«
5. Hosteleros y comerciantes se manifestaron en días pasados por las calles de Gijón, Oviedo y Avilés denunciando su crítica situación económica por los efectos de la pandemia y pidiendo el cierre obligado de sus locales y el regreso de las ayudas públicas con las que malsobrellevaron el anterior confinamiento.
Y 6. Me gustan las luces de Navidad y sé del compromiso y la preocupación de las administraciones públicas ante el desguace económico que va a dejar o, mejor dicho, ya está dejando esta pandemia. Lo que no tengo tan claro es si en este tiempo que vivimos es necesario incrementar el gasto público para que más calles tengan manzanas gigantes de colores, enormes tulipas brillantes, inacabables árboles navideños en las plazas o ficticias cajas de regalo cargadas solo de leds.
Los políticos romanos repartían trigo y montaban batallas en el Coliseo para aturdir los sentidos de su pueblo. Espero que tanto brilli-brilli navideño no se quede en una de pan y circo versión 4.0 porque si a los comercios y a los hosteleros solo les ofrecemos más leds, cuando se apaguen las luces lo único que quedará serán bombillas sobre las puertas cerradas de cientos de negocios.
Y ya de paso. Seamos responsables para que no tengamos que ver las luces de Navidad a través de la ventana.
Nacho Poncela es periodista y colaborador de miGijón