Hasta que a Gijón llegue un tren que no tarde más de dos horas en llegar a León, la única Alta Velocidad que conocemos es la de la fibra óptica y la potencia que nos da una buena fabada
Terminadas ya las fiestas y recuperados de las farturas navideñas, toca darle a tecla y sacar adelante un par de líneas semanales para contar, desde esta humilde columna, los entresijos y movidas de las covachuelas políticas gijonesas. Porque lo que se nos viene encima ya lleva cociéndose un tiempo y el tufillo electoral comienza a sentirse ya como un plato terminándose de preparar en el horno.
Nuevas elecciones y qué viejas nos parecen ya. Gijón es como el ratón que se mata a correr en la jaula de las promesas electorales y los grandes proyectos para que, al final, le de un jamacuco sin acabar de recibir el premio.
Parece que no hayan pasado cuatro años, pero algunos temas siguen en el mismo punto muerto que en 2019, 2015, 2011, etc.… El AVE, por ejemplo, que sigue sin llegar a Asturias y eso que todos los representantes políticos nos han repetido hasta la saciedad aquello de “esta vez sí” y vamos ya para dos décadas mirando el reloj. El varapalo de la rampa de Pajares, perdonen mi buenismo, es una tontería. Más que nada porque hasta que a Gijón llegue un tren que no tarde más de dos horas en llegar a León, la única Alta Velocidad que conocemos es la de la fibra óptica y la potencia que nos da una buena fabada. En el tema del tren, aqueos y troyanos se han comportado, estos últimos veinte años, como niños acusicas y egoístas. La mierda, perdónenme el palabro, siempre es culpa del de enfrente. Y creo recordar, corríjame el lector si me equivoco, que durante este tiempo por Madrid, Asturias y Gijón han ido paseándose partidos de diferente color, pero ni Perry se hace cargo de las responsabilidades.
Entre tanto, seguimos a palos con el proyecto del Muro, el Cascayu, el Scalextic o como queramos empezar a llamarlo ahora. Que para bautizar el paisaje urbano los gijonudos siempre hemos tenido un toque especial que mezcla mala uva y ganas de reírnos de nosotros mismos. El concejal emperador Marco Aurelio sigue emperrado en desterrar el coche de la playa, cosa que es harto elogiable. Pero las soluciones propuestas… Eso ya es otro cantar. Foro se agarra a afuracar el paseo, proyecto que ya en el 99 iba en el programa electoral socialista, aunque ahora renieguen de él como quien reniega de una tarta en plena operación bikini. Una solución estelar si no fuera por la tonelada de millones que puede costar a las arcas y que en Gijón es mentar una tuneladora y echarnos todos a temblar. De momento, y con un túnel que sólo sirve para enfriar la sidra y organizar un scape room en las tripas de lo que, según dicen, algún día será el metrotrén, tenemos bastante. El PSOE, por su parte, ha dejado en manos de un concejal que no es de su casa su propuesta, que tampoco es que nos salga a precio de ganga y consiste en defender la hipótesis de que el tráfico se destruye si vas cerrando las calles.
Lo cierto, y por no perder el hilo de la muerte del coche como medio de transporte en Gijón, es que a mí lo de una ciudad sin vehículos, o con los menos posibles, me pone. Pero claro, para ello hay que tener un servicio de transporte público en condiciones. Mientras Aurelio nos riñe por contaminar el aire de la villa (y se hace la vista gorda con los filtros de Acerlor), parece que los trabajadores de EMTUSA se han cansado de que se les tome como al tonto del pueblo. Por un lado, parece ser que nadie ha contado con los chóferes de nuestros buses para el nuevo concepto de movilidad (que básicamente se carga unas cuantas paradas y se lleva por delante dos líneas). Por otro, está el tema laboral. Imagínese el titular con un gobierno de otro color: EMTUSA le debe 50.000 horas extra a sus trabajadores. De los baños para cambiarle al agua al canario en los finales de trayecto, ni hablamos.
Luego está el tema de los nombres de las listas. Tras el ajusticiamiento de Ana (la prensa echaremos de menos sus titulares), los líderes de los dos partidos que salen como favoritos para llevarse el bastón de la Alcaldía, son nuevos y viejos nombres a un tiempo. Floro y Carmen, Carmen y Floro (tanto monta, monta tanto), se ponen en primera línea de fuego. Como periodista, intuyo que nos vamos a aburrir un poco más que en los últimos cuatro años, gane quien gane. Como ciudadano, al menos, creo que se rompe la tendencia nacional de darse de palos por llevar un pin diferente en la solapa de la americana. Sería un buen paso.
En el PP las cosas están extrañas. O eso me parece a mí. Iba comentar la batalla por quién iba a encabezar el número 1 de la candidatura, ya que a Pablo González le ha salido competidor. Pero ayer, y tras los cantos de sirena de Diego Canga para que el centro derecha vuelva a ser uno, grande y libre en Asturias, y las manos tendidas a Foro, parece que desde Madrid tienen otra visión del asunto. Eso, o que están un poquito resentidos porque Carmen Moriyón les ha dicho que verdes las han segado, que Foro se presenta por su cuenta y que no necesitan la tutela popular. El caso es que ayer el secretario de Organización del PP nacional, Miguel Tellado, ha señalado que se presentarán con “nuestras propias siglas”. Será que el PP no tiene costumbre de que le dejen plantado.
Muy de acuerdo en la mayoría…pero
no en todo Gijón llega la fibra de alta velocidad …con lo que en eso tampoco…
Mejor reflexión de lo que está pasando en nuestra ciudad y en Asturias imposible, es hora de que los políticos se ganen el sueldo que pagamos nosotros y dejen de mirarse el ombligo y trabajen de una vez por los ciudadanos .
Enhorabuena 👏👏 por esta columna.
Creo que esta vez tenemos dos candidatos educados tanto por parte de PSOE como de FORO y presumo que habrá una legislatura tranquila y moderada. Al menos eso espero de Moriyón y Floro. Buen artículo Damián