El texto incluye instrucciones para detectar ataques y atender a posibles víctimas, además de acciones para erradicar conductas sexistas
La directora general de Igualdad, Nuria Varela, ha suscrito este jueves con la patronal hostelera Otea el ‘Protocolo de prevención y actuación frente a la violencia sexual contra las mujeres en espacios de ocio nocturno’ con el que se pretende formar y orientar al personal de estos locales frente a este tipo de agresiones.
El texto incluye instrucciones para detectar ataques y atender a posibles víctimas, además de acciones para erradicar conductas sexistas. Asimismo, a partir de mayo se llevarán a cabo cursos formativos para el personal y los responsables de estos establecimientos, que dispondrán de distintivos para reconocer su compromiso para construir de forma conjunta lugares seguros y generar rechazo social ante estas agresiones.
El presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, ha calificado la adhesión a este protocolo como un «hito» para el sector con el objetivo de ayudar a clientela y hacer locales «mejores y más seguros». «Basta ya de violencia sexual», afirmó, asegurando que «no hay excusas ni miramientos con este tipo de actuaciones». Así, ha resaltado la importancia de que el personal aprenda cómo ayudar a las victimas atendiendo a las indicaciones expertas de la Dirección General de Igualdad.
En este sentido, Nuria Varela ha explicado que el protocolo pivota sobre el Centro de Crisis para víctimas de agresiones sexuales de Asturias y tiene entre sus objetivos manifestar el rechazo a actitudes y comportamientos machistas con el expreso pronunciamiento de no tolerancia a estas acciones; trabajar en la prevención de cualquier tipo de agresión sexual contra las mujeres; actuar ante las agresiones sexistas que puedan producirse en estos establecimientos; y rear un documento de referencia para el personal de los locales de ocio.
El protocolo
Igualdad se compromete a ofrecer cursos sobre la prevención y actuación ante agresiones sexistas, editar y promocionar materiales necesarios, prestar asesoramiento al personal de los establecimientos cuando lo requiera, publicitar los locales adheridos al protocolo y convocar reuniones periódicas para el seguimiento.
Los negocios, por su parte, mostrarán un distintivo que los identificará como espacios comprometidos contra las agresiones sexuales, ofrecerán material e información sobre las conductas sexistas, así como sobre el Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales, y evitarán cualquier tipo de criterio sexista o discriminatorio, tanto en el control de acceso a la sala como en las actividades que se realicen en su interior. También participarán en acciones de formación y reforzarán la seguridad en zonas potencialmente más peligrosas, como lugares oscuros o asilados de los espacios comunes. Además, guardarán las imágenes de las cámaras de seguridad durante tres meses.
Gran parte del protocolo se dedica a establecer indicaciones sobre cómo identificar y actuar ante situaciones de acoso o agresiones sexuales. La víctima debe estar en el centro de la intervención y tener en cuenta que también puede ser una trabajadora del local.
El personal dispondrá a su disposición en todo momento el teléfono del centro de crisis 677 985 985, que está disponible 24 horas, todos los días del año, para la atención a las víctimas, tanto por llamada como por mensajes de texto y wasap.