Estudiantes de FP del centro protagonizaron una jornada de convivencia con los usuarios del geriátrico, colofón a casi cuatro meses de intercambio de cartas entre ambos colectivos
Es un hecho incontestable: la amistad, como el amor, no entiende de edades. Y como prueba de ello, ayer varios estudiantes de la escuela Revillagigedo, que cursan diversas ramas de Formación profesional (FP), protagonizaron un encuentro con algunos de los usuarios de la residencia geriátrica ‘La Sirena’, ubicada en la calle de los Moros, para intercambiar anécdotas y vivencias. La reunión fue un paso más en la relación que se ha forjado entre ambos colectivos, y que comenzó el pasado diciembre, con el intercambio de cartas entre los ancianos y los jóvenes voluntarios. Una iniciativa que, desde la residencia, valoran como «este proyecto es «una forma fantástica de crear lazos entre diferentes generaciones; estamos muy contentos de poder contribuir a eso».