El electorado socialista y el electorado progresista no suele asumir bien el cruce de puñales. Este hecho de que continuamente se estén lanzando recados y mensajes desagradables desincentiva el voto
Estamos en el año 2023. Toda la izquierda en Gijón está ocupada con las discusiones internas… ¿Toda? ¡No! Un partido formado por irreductibles republicanos resiste a las discusiones. O al menos en público y con micrófonos. No es otro que Izquierda Unida.
Discúlpenme, no he podido evitar hacer el símil usando uno de los prólogos más conocidos por todos nosotros, el de los comics de Astérix, obra de Goscinny y Uderzo.
Permítanme que me centre, he venido aquí a escribir sobre algunos episodios que seguro no sientan muy bien al electorado progresista de nuestra ciudad. En primer lugar, voy a pasar por el partido para el que el grandísimo autor Alfonso Zapico ha colaborado en algunas ocasiones, que es el PSOE. El PSOE de Gijón.
No es comprensible el continuo enfrentamiento que estamos viendo entre la dirección del PSOE y la actual Alcaldesa de nuestra ciudad, la señora Ana González. El momento cumbre lo hemos vivido estos días con las presiones recibidas a cuenta de la aprobación del Plan de Movilidad realizado durante esta legislatura por el gobierno municipal.
No voy a entrar a analizar el contenido del Plan, eso será motivo de otro artículo, pero sí entiendo que es necesario comprender qué es lo que está haciendo el PSOE. La dirección actual del PSOE intenta socavar la imagen de la alcaldesa por todos los medios, posiblemente con el erróneo precepto de que, como ha cometido errores y en el imaginario popular su gestión no goza de una valoración entusiasta, deben dejar claro que la van a sustituir. En eso lleva insistiendo meses y es posible que ese sea un error de dimensiones colosales.
No hay nadie del PSOE que no vaya a votar al PSOE porque se presente una señora X o un señor Y. Los resultados en 2019 de la ahora denostada Ana González así lo reflejan. No era una candidata conocida en la ciudad, tampoco destacó por su discurso y, aun así, venció. Pero lo que si va a castigar al PSOE es generar una guerra interna que prácticamente ha fraccionado al partido. Seguir castigando a la alcaldesa que se va a ir en vez de, como quisiera el electorado progresista, confrontar con la derecha, a través del candidato Luis Manuel Flórez, es un error y deja un campo amplio a una parte de la derecha que está usando esas grietas como argumentario.
Por otro lado, el electorado socialista y el electorado progresista no suele asumir bien el cruce de puñales. Este hecho de que continuamente se estén lanzando recados y mensajes desagradables desincentiva el voto. En el camino se olvidan de que han tenido un socio de gobierno, Izquierda Unida que, habiendo cometido errores, quizá más en la forma que en el fondo, se ha pasado los cuatro años de mandato cerrando filas y no cavando trincheras. Este hecho quizá permita que mejore sus resultados electorales. Más aún dada la crispación y el caos en el que está sometido, lamentablemente, el otro posible socio de un gobierno de izquierdas en la ciudad, Podemos.
Y de Podemos poco se puede decir que no hayan dicho ellos mismos públicamente. Aunque no deja de resultar decepcionante a cualquiera que dedique dos minutos a examinar las redes sociales de la candidata morada, la señora Olaya Suárez, el hecho de que parezca más una política de ámbito nacional o regional que una candidata a la alcaldía de una ciudad como Gijón, que exige un permanente análisis y estudio de lo que en ella sucede. Y de lo que sucede en la ciudad no parece que se entere por parte de los actuales concejales morados de la corporación, habida cuenta de que resulta imposible encontrar ninguna foto, reunión o espacio en el que los actuales concejales salgan compartiendo espacio, debate y charla con ella. Debe ser la forma de hacer nueva política, que alcanza su máxima expresión con la situación avergonzante de Podemos Asturias. Una situación que está dejando por tierra la ilusión de gente que aun creía en ese proyecto político.
No tengo dudas que la sinergia del gobierno nacional, donde están representados estos tres partidos políticos, será positiva a la hora de llamar al voto. En el arco de la izquierda prácticamente nadie duda de que el gobierno de coalición, entre PSOE, Podemos e IU ha resultado positivo para todos, para la mayoría. Lo que seguramente sea más complicado imaginar es si eso sería posible en nuestra ciudad. Lo veremos. O no, y entonces ya sería tarde para la izquierda de Gijón.
Pues tu «trapera» puñalada más bien parece un buen ejemplo de lo que tú mismo criticas.
¿Me permites ser de «izquierdas» y rechazar, al mismo tiempo, un llamado «Plan de Movilidad», a «Corporación saliente», que, por ejemplo, nos llena de «colorines» un entramado urbano como es El Muro (tristemente «desarrollado», todo hay que decirlo), sometido a lluvia y Nordeste intempestivos la mayor parte del año, para que los «peques» jueguen (al «escondite», supongo)… ¿Y también en el verano, con La Playa al lado?
Y podríamos seguir pero… para qué… No es cuestión de alimentar al «enemigo», que parece habernos contagiado de la banalidad propagandística por bandera.
Pero tampoco secundar las iniciativas «manu militari» que, como desgraciadamente ha ocurrido hace pocos meses en ese mismo emblemático lugar de la ciudad, algún conspicuo dirigente de los «irreductibles republicanos [que] resiste a las discusiones» emprendió sin otro horizonte que el «¡aquí estoy yo!», concitando el mayor rechazo público que venga a mi recuerdo de la mayor parte de la ciudadanía. (Y para qué hablar de la supuestas «mediciones de paseantes», a fin de ocultar su rechazo, dignas de regímenes de otro tiempo y lugar.)
Y por si tienes alguna duda, no tengo vínculo alguno con ninguno de los partidos del «gobierno de coalición» que señalas, al que flaco favor haces con tu intempestiva diatriba.