Les tocará la inmensa responsabilidad de tomar decisiones sobre nuestra movilidad, nuestra contaminación atmosférica, el vial de Jove, el Plan de Vías, la autopista del Mar, Tabacalera, y así un sinfín de cuestiones que lleva arrastrando nuestra ciudad demasiados años, décadas. Suerte a todos
Quedan ya sólo diez días para que empiece la campaña electoral propiamente dicha. Aunque, a ojos de todos, la carrera electoral comenzó hace unas cuantas semanas, por no decir meses. Gijón no es la excepción entre los miles de municipios en España, aunque si lo somos en algunos asuntillos que tenemos ganas de ver en cómo se presentan por parte de los partidos que concurren a gobernar nuestra ciudad. Pero eso será otro día.
Hoy analizaremos cómo arranca la cosa.
Parece que para el imaginario popular se ha presentado una especie de duelo entre dos de los candidatos: el del PSOE, Floro, y el de FORO, Carmen Moriyón. Dos candidatos que pertenecen a los únicos partidos que han gobernado Gijón hasta la fecha, y que aspiran a que siga siendo así. Dios (o no) y los toros (o no) mediante. De momento se han limitado a decirse lindezas y poco más.
Mientras esto sucede, el Partido Popular, aupado por una supuesta mayor influencia de su actual líder nacional, Feijoo, confía en sacar buenos resultados. No será por el trabajo visible y el no visible realizado en los últimos cuatro años en el ayuntamiento, donde se ha hablado más del partido por sus contubernios internos, incluyendo el “corte de cabeza” de su cabeza de lista, el señor López – Asenjo, que por sus propuestas para el municipio.
Una de las mayores incógnitas ante la que nos encontramos radica en qué va a ser de la izquierda en la ciudad. Comencemos por Podemos, del que poco se puede decir que no se haya dicho ya. Absolutamente roto, fragmentado y con tantos grupos de poder como militantes les quedan, no parece que vayan a frenar su caída electoral. Seis concejales en 2015, tres concejales en 2019, y probablemente uno en 2023. Pero seguro que si sucede algo así la culpa será de todos menos de los que quedan dentro del partido.
Por otro lado, y en una tesitura muy distinta a Podemos, está Izquierda Unida (Convocatoria por Asturias). Con buen criterio ha iniciado los engranajes de lo que acabará siendo el proyecto político SUMAR. Para ello se presenta bajo una coalición con Más País y con Izquierda Asturiana, en el caso de Gijón; para el resto de Asturias también se han sumado algunas otras fuerzas políticas. Esta coalición, frente a Podemos, que no solo se presenta en solitario, sino que no ha sido capaz en Gijón de revalidar el pacto que tenía con Equo; deja presente las intenciones de cada cual. El votante de izquierdas tiene al menos dos opciones que si bien plantean cuestiones programáticas similares, parece que difieren, bastante, en cómo se imaginan el día después de las elecciones. Izquierda Unida tiene claro que hay y habrá que pactar. Podemos sólo tiene claro que hay un único representante de la izquierda, y son ellos.
Al otro lado nos queda Ciudadanos, el partido que en la actualidad es el más votado tras el partido de gobierno y al que todo el mundo da ya por desaparecido. Ha intentado hacer una oposición un tanto constructiva, pero han sido demasiadas las contradicciones que estos últimos cuatro años han hecho visibles en el devenir municipal. Aunque seguramente lo que más votos les cueste es que su mensaje ya no se diferencia en nada el del PP, y para votar a un partido con un mensaje de derechas el votante de esa ideología parece que ha decidido volver al redil.
Salvo que todos nos estemos columpiando y resulte que todos esos votos que suscitó Ciudadanos en 2019 hayan ocultado algún votante de centro que ahora decida apoyar al PSOE, o, mejor aún para más “lío”, que siga apoyando el proyecto de Ciudadanos, lo cual sería un golpe notable para los intereses del PP y quien sabe incluso si para los de FORO.
De ahí puede venir la especial virulencia de algunos ataques entre unos y otros.
Me quedaría por citar, de partidos con visibilidad nacional, Vox, pero me resulta casi imposible. Primero porque se han pasado cuatro años en el ayuntamiento sin hacer o proponer nada. Eso es un hecho indiscutible. En segundo lugar, porque queda claro con las cuestiones que plantean en esta precampaña, que viven en otra ciudad, incluso a veces parece, por suerte para todos, en otro mundo. Es el partido más centralista de todos, aquel que va a acatar siempre y por encima de los intereses de Gijón, lo que diga Madrid. Sea para hacer su programa electoral o para cualquier otra cuestión, si es que tenemos la mala suerte de que tengan que decidir algo en nuestra ciudad.
Quedan bastantes opciones políticas más, de esas mal llamadas minoritarias, que quizá en algún momento puedan acabar siendo una sorpresa y que resaltan un aspecto esencial para entender una democracia; la pluralidad. Serían: Andecha Astur, Partido Comunista de los Trabajadores de España, Que Hable Gijón, Verdes Equo y Suma Principado.
De entre estas doce fuerzas políticas saldrán elegidas las 27 personas que serán nuestros concejales los próximos cuatro años, a quienes les tocará la inmensa responsabilidad de tomar decisiones sobre nuestra movilidad, nuestra contaminación atmosférica, el vial de Jove, el Plan de Vías, la autopista del Mar, Tabacalera, y así un sinfín de cuestiones que lleva arrastrando nuestra ciudad demasiados años, décadas. Suerte a todos. O al menos, si no hay suerte, que haya mucho trabajo en la defensa de los intereses de todo Gijón.