El Llano, Ceares y El Coto piden al ejecutivo entrante tras los comicios del día 28 inversiones, “cumplir, hablar y dialogar”
El distrito 7, formado por El Llano, Ceares y El Coto, aglutina casi un cuarto del total de los 220.000 electores censados en Gijón. Una zona en la que los candidatos están obligados a dar el todo por el todo porque el número de votos es muy importante. Y, sin embargo, la percepción en estos tres barrios es común: “abandono y olvido”. Quizás, como explica Ángel Ramos, presidente de la AVV ‘Fumeru’ del Llano, porque “al ser un barrio muy equipado, con servicios públicos a todos los niveles, los problemas se minimizan”. Sin embargo, “hay muchas pequeñas necesidades a las que no se le dan importancia pero que a la gente que vive en él sí le afecta”.
Ceares pide estos días a los candidatos, resarcir al barrio de décadas sin inversiones y lucha por no perder la entidad de barrio ante la presión del crecimiento urbanístico de Viesques pero sobre todo, quiere reconstruir el Hogar del Productor que a punto estuvo de ser demolido la pasada legislatura. Hay optimismo en Esto Ye Ciares de que se pueda logar, por las “posiciones favorables que hemos percibido en los candidatos pero necesitamos que se comprometan con algo tangible”, dice Iñigo Arza.
En El Coto, las heridas están abiertas tras lo sucedido con la paralización de las obras en Calderón de La Barca y el malestar es notable entre unos vecinos que tienen la sensación de “estar pagando los platos rotos de malas decisiones políticas”, lamenta Christian Guisado, su líder vecinal. En anteriores comicios, el distrito 7 ha sido tradicionalmente un feudo socialista y Podemos también es fuerte en los tres barrios. El 28-M comprobaremos si su fidelidad a la izquierda se mantiene.
El Llano: “Da la sensación de que pintamos poco a nivel municipal”
Casi 50.000 gijoneses viven en el barrio del Llano, donde las necesidades planteadas estos días a los candidatos son las que, pareciendo pequeñas, “afectan a la gente que vive allí”. Así define Ángel Ramos, presidente de la Asociación de Vecinos ‘Fumeru’, lo que falta por hacer en un barrio dotado con todos los servicios pero en el que sin embargo, hay vecinos de la avenida del Llano a los que las ramas de los árboles se les meten “por las ventanas” por falta de una poda adecuada u otros, los usuarios del autobús que se bajan en la parada Hogar del Productor en la avenida Shultz, que llevan dos años esperando por un paso de cebra que les evite cruzar por el medio de la calle. “Lo hemos pedido en incontables ocasiones pero no se acaba de hacer”, cuenta Ramos. “La asociación ofreció hasta poner nosotros la pintura, pero nos lo denegaron”.
Desde la perspectiva más global, El Llano adolece de falta de aparcamientos al tratarse de un barrio “viejo” en el que los edificios no tienen garaje y la calle está saturada y donde “la ampliación de la zona ORA acabaría de ahogarnos”, aseguran. “Se desaprovechó una oportunidad de hacer un parking subterráneo cuando se reformó hace cuatro años el parque de La Serena”, cuentan. Como alternativa, dicen, “se podría aprovechar el espacio que hay entre el colegio La Escuelona y la avenida Shultz” aunque “deberían de ser los candidatos quienes propusieran las soluciones, nosotros les dejamos caer ideas”. El Llano propone también construir, tras la remodelación de la plaza de Los Fresnos, una rotonda entre Pérez de Ayala y la avenida del Llano que facilite la salida de Gijón y al mismo tiempo permita “reducir la velocidad de bajada”. Aquí también hay quejas sobre la falta de diálogo del pasado gobierno municipal. “Hemos echado mucho en falta el acceso directo a la corporación”, se lamenta el presidente de la AVV ‘Fumeru’. En realidad, añade, “me da la sensación de que pintamos poco a nivel municipal, así que estamos a la expectativa de ver qué ideas traen los candidatos pero no vemos que traigan mucha disponibilidad”.
Ceares: “La última vez que se invirtió en el barrio era alcalde José Manuel Palacio”
Ceares pide desagraviar al barrio por la falta de inversiones durante los últimos años. Con 16.000 habitantes, uno de sus actuales retos es luchar contra el que consideran “un proceso de pérdida de identidad” frente al crecimiento urbanístico del vecino Viesques.Para ello, piden recuperar nomenclaturas de lugares como la Escuela Infantil Escolinos de Ciares, el parque de los Pericones o el Polideportivo Ciares-La Teyerona.
Aparte de esto, la prioridad absoluta ha sido y es la rehabilitación del Hogar del Productor. Este equipamiento histórico se libró de la demolición tras meses de movilizaciones que consiguieron que el presupuesto inicialmente aprobado para su derribo, se dedicara finalmente a su apuntalamiento. “Tenemos el compromiso mayoritario de los grupos políticos que nos han visitado”, cuentan desde Esto Ye Ciares pero “necesitamos que el nuevo gobierno elabore un plan de uso participativo atendiendo al consenso general y se defina y presupueste el proyecto de reforma”, explica Víctor Díaz, portavoz de esta asociación vecinal. Por otro lado, Ceares se suma a la oposición al polémico Plan de Movilidad aprobado en la actual legislatura, “por ausencia de diálogo previo y de medidas que ayuden al vecindario a disminuir el uso del coche”, explica Íñigo Arza. “Son medidas exclusivamente prohibicionistas en las que unos barrios se llevan los beneficios del plan y otros nos llevamos el tráfico y la polución”. Y otro problema: “Los vecinos queremos dejar el coche en casa pero no tenemos donde”. La solución que proponen: mejorar la frecuencia del transportes públicos y nuevas líneas como alternativa al coche. Por otro lado, solicitan suprimir lo que han denominado “carril kiss & go” delante del colegio Montedeva que “no resuelve ningún problema y crea otros nuevos”, cuentan.
El parque de Los Pericones es otro emblema del barrio que consideran, necesita inversiones para fomentar el deporte y la cultura, que van desde la reposición de juegos en la zona infantil a la instalación de una pista polideportiva en el fondo norte del campo del fútbol. Ceares pedirá a la nueva corporación municipal que se les “compense” por el “déficit histórico” de las últimas administraciones en todo lo referente a la adecuación y renovación de espacios públicos o permitir que tras su abandono el edificio de la comisaría de Policía Local acoja actividades culturales. Tras las visitas de los candidatos, desde Esto Ye Ciares aseguran percibir “un clima muy favorable entre los partidos ante nuestras propuestas porque ven que lo que pedimos son cosas lógicas avaladas por el consenso de los agentes del barrio”.
El Coto: “Muchos vecinos del barrio no tienen sentimiento de pertenecer a Gijón”
El pasado mandato dejó heridas abiertas en El Coto equivalentes al tamaño de las zanjas y agujeros que quedaron en la calle Calderón de la Barca tras el abandono de las obras por parte de la empresa adjudicataria a causa, según su versión, del alza de los precios de la construcción. Lo que parecía una obra rutinaria de mejoras de la pavimentación, alumbrado, señalización y mobiliario urbano se ha convertido en el paradigma de las cosas mal hechas, según entienden los líderes vecinales del barrio. Así las cosas, dicen, “el mensaje que estamos trasladando estos días a los candidatos es que El Coto no tiene por qué seguir pagando los platos rotos de las malas decisiones políticas”, explica Christian Guisado, presidente de su asociación vecinal. Es necesario aseguran, “revertir la situación de estos pasados cuatro años y volver a tener en cuenta a los vecinos. Muchos están enfadados y no tienen sentimiento de pertenecer a Gijón”.
A la espera de ver qué empresas se presentan, una vez abierto de nuevo el plazo de licitación que termina en mayo, los trapos amarillos y las pancartas contra los políticos recuerdan el malestar e indignación de estos vecinos. El ambiente está crispado y los entiendo”, confiesa Guisado que añade: “la política tiene que hacerse a pie de calle, hablando y reuniéndose”. Ejecutar las obras en la calle Calderón de la Barca es la asignatura pendiente en El Coto pero la lista de cosas por hacer en el barrio es larga: desde la remodelación de la plaza de la República cuyo proyecto se redactó a través de la participación ciudadana, a la solución a la supresión de plazas de aparcamiento resultantes de la ejecución del carril bus de la calle Pablo Iglesias o la construcción de vestuarios en el CP Ramón de Campoamor cuya pista deportiva es utilizada tanto por los alumnos como otros grupos y equipos que desarrollan aquí sus actividades sociales y deportivas. “Sabemos que depende del Principado pero si nuestro ayuntamiento traslada este problema, juntos podemos conseguir el objetivo”, transmiten.
Desde El Coto urgen también al nuevo ayuntamiento para que intervenga en las parcelas abandonadas que se encuentran a lo largo de todo el barrio: desde la calle Campoamor hasta Leopoldo Alas. Son espacios invadidos por la maleza convertidos en focos de suciedad con roedores, plagas de insectos y muros en malas condiciones que ponen en peligro. “Hay que limpiarlas, no se puede esperar tanto tiempo”, pide Christian Guisado. “Si un propietario no se hace cargo de su parcela, que lo haga el ayuntamiento para que no lo sufran los vecinos y luego le pase la factura”. En general, El Coto se queja de falta de mantenimiento. Se trata de un barrio antiguo que va haciéndose “mayor” en el que hacen falta mejoras en calles y aceras, trabajos que los vecinos sugieren “se vayan haciendo poco a poco sin que tengamos que estar pidiéndolo continuamente”. En este barrio donde según el censo, viven 9.500 habitantes, las tres premisas a cumplir para el nuevo consistorio son “cumplir, hablar y dialogar”.