«En el futuro se priorizará el tren al avión en distancias cortas, tal y como ya sucede en algunos países»
Hace justo un mes Gijón acogía el V Encuentro de Gestores de la Red de Destinos Inteligentes (DTI), donde se dieron cita más de 150 gestores de casi un centenar de destinos integrados en la Red DTI. Con el turismo como hilo conductor, el encuentro brindó a los distintos destinos la posibilidad de contrastar fortalezas y debilidades para seguir trabajando en mejorar la experiencia turística de cada uno. A día de hoy, Gijón es una de las seis ciudades españolas que cuenta con la certificación de Destino Inteligente (DTI) otorgada por SEGITTUR. Un reconocimiento al «gran trabajo que, en este campo, ha llevado a cabo la ciudad», explica Carlos Romero, director de I+D+i de la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas, (SEGITTUR). Con él hablamos sobre el pasado, el presente y el futuro del sector turístico.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones del Encuentro celebrado en Gijón?
El objetivo primordial, para nosotros, era poder reunir al mayor número de gestores de destino en un mismo lugar donde poder intercambiar experiencias y conocer de primera mano problemas y soluciones de otros compañeros. Además, se pudieron presentar las fuentes y bases de datos generados en el contexto del proyecto DATAESTUR y ponerlos a disposición de los gestores de cara a poder tomar decisiones con el mayor número de datos disponible.
Por último, hubo tiempo para debatir sobre la importancia de homogeneizar los procesos de trabajo, hablar del nuevo proyecto de evolución del sistema de calidad turístico o de cómo aprovechar y sacar el mayor partido a las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías.
¿Qué destaca en la ciudad de Gijón para haberse convertido en uno de los primeros destinos inteligentes certificados?
Nos sorprendió la buena nota que obtuvo en general, superando el umbral del 80% en los indicadores necesarios para formar parte de la Red de Destinos Inteligentes. Es algo que sucede en muy pocas ocasiones, no hay más de cinco o seis destinos a nivel nacional que lo hayan conseguido, lo que viene a demostrar el buen trabajo que la ciudad ha llevado a cabo en este aspecto.
Estos indicadores se estructuran en cinco ejes: gobernanza, sostenibilidad, digitalización, accesibilidad e innovación. Entre ellos quizá destaca la gobernanza, la entidad que gestiona el turismo de Gijón ha demostrado ser muy eficiente.
¿Qué oportunidades ofrece la participación en la Red DTI?
Los beneficios son, sobre todo, destinados al órgano gestor. El hecho de que una entidad externa pueda evaluarte y señalar donde están tus debilidades y tus fortalezas ayuda a mejorar. Además, desde Segittur este análisis lo llevamos a cabo con una metodología que permite comparar tu destino con otros. De esta manera Gijón puede medirse y aprender de aciertos y errores de otras ciudades como San Sebastián o Santander.
Además, el modelo permite hacer un seguimiento y evaluar como las medidas que se van implementando van funcionando en el tiempo. En conjunto, todo ello ayuda a mejorar la capacidad competitiva de Gijón, algo que beneficia al conjunto de la ciudad, ya que en el modelo es tan importante el turismo como otros aspectos como la economía local, las empresas locales o la calidad de vida del propio residente. Y es que no hay mejor destino turístico que aquel que es un magnífico lugar en el que vivir.
La sostenibilidad preocupa cada vez más a empresas y consumidores, ¿en qué puntos trabaja el sector turístico para avanzar en este punto?
Podemos hablar de sostenibilidad en tres ámbitos, la medioambiental, la económica y la preservación del matrimonio. El turismo debe seguir garantizando la subsistencia del lugar y la calidad del empleo que se genera. De hecho, en la pandemia, gran parte de las medidas que se lanzaron fueron encaminadas a ese empleo, a tratar de aguantar negocios que eran rentables antes de la pandemia, algo que en gran medida se ha conseguido.
En cuanto al patrimonio, se debe poner en valor y financiar proyectos generados por experiencias turísticas singulares, como es el caso de Paradores, en España. Y en lo que tiene que ver con el medio ambiente conseguir arraigar el concepto de economía circular y reducir al máximo los residuos generados. Gijón, como Asturias, tiene una gran ventaja en todo ello al encontrarse en un entorno natural con un importante patrimonio artístico e histórico.
También se habla de poder colocar el turismo en torno a la sidra al nivel de otros, como pueda ser el turismo del vino en lugares como La Rioja. ¿Vamos tarde a la hora de ‘saber vendernos’?
Asturias tiene un potencial enorme alrededor del mundo de la sidra, que puede suponer una oportunidad para atraer turistas e interactuar con un mundo que forma parte de la tradición de lo que es el Principado.
Quizá hay otros destinos que este tipo de turismo lo han trabajado desde hace más pero tiempo, pero ello supone doblemente una oportunidad, ya que Asturias puede aprovechar la experiencia desarrollada en otros destinos y mejorarla. Queda camino por recorrer, pero desde luego esta región tiene todos los activos necesarios para que este tipo de turismo pueda triunfar.
¿En qué hemos evolucionado como turistas? ¿Hacia donde se dirige el sector?
El cambio fundamental de los últimos años tiene que ver con el Covid, que ha cambiado la perspectiva de cómo entendíamos el turismo. Ha convertido en protagonista el turismo de naturaleza, más sostenible, tendencia que irá a más.
Dentro de 15 años el turista será más sofisticado a la hora de decidir y comparar precios. Nos lo imaginamos también más preocupado por el impacto que puede dejar en los destinos que visita. Es probable que utilice tecnologías que ahora mismo están en pleno desarrollo, como la inteligencia artificial regenerativa, que muy probablemente permitirá disponer de una especie de asistente personalizado en el teléfono que nos oriente a la hora de consumir.
¿Y en la manera de viajar?
Cuando sea posible, se priorizará el tren en distancias cortas, que sustituirá al avión, tal y como ya sucede en algunos países. En la misma línea, ganará protagonismo el transporte público frente al privado.
Nos enfrentaremos a un turismo más diverso, probablemente más asiático. Estamos viendo que cada vez llegan más turistas asiáticos, algo que se incrementará gracias a la mejora de los medios de transporte. En un tipo de turismo que tiene otras preferencias, otros gustos, otra manera de interactuar con el medio y debemos adaptarnos a ello.
La gentrificación, en la que colabora el incremento de las viviendas de uso turístico, es un fenómeno ya real en prácticamente todas las ciudades españolas. ¿Se debe limitar este tipo de turismo?
Los alojamientos hoteleros están regulados, cuentan con una calificación propia, medida en el número de estrellas y deben seguir una serie de normas, como el registro obligatorio. Del mismo modo, se debe operar con las viviendas de uso turístico. Ahora mismo, todos los destinos en España están por la labor de regular este fenómeno, pero debe ser cada uno de ellos -ya que las competencias a este respecto son, en gran medida, de corte local- quienes busquen la fórmula más adecuada para ellos.