Desde el ejecutivo entrante se muestran partidarios de dar forma a un nuevo convenio que satisfaga las reivindicaciones de los agentes, quienes han desconvocado la huelga de ‘bolis caídos’
No fue fortuito que uno de los primeros actos públicos de Carmen Moriyón, tras su acceso a la alcaldía el pasado sábado, fuese la visita este lunes a la comisaría de la Policía Local de Gijón. Porque la nueva regidora, después de haber expresado entonces su compromiso con la seguridad de la ciudad, anunció ayer su voluntad de «sentarnos cuanto antes a negociar un nuevo convenio legítimo y necesario para el cuerpo». Se trataría, en esencia, de dar respuesta a las peticiones de los agentes, que reclaman una revisión de los grados de la carrera profesional, y un reajuste de precios de los días festivos y turnos nocturnos trabajados. También demandan que a los sábados se les asigne la consideración de festivos.
Las declaraciones de Moriyón han sido bien acogidas por los integrantes de la plantilla, que han decidido desconvocar la huelga de ‘bolis caídos’ que mantenían desde el 1 de febrero, y por la cual se había pasado de las sanciones económicas a las amonestaciones verbales, a fin de recaudar menos. En ese sentido, la alcaldesa entrante destacó ayer el papel jugado en el problema por las concejalas Nuria Bravo y María Mitre. «Su excelente gestión, así como la buena predisposición y responsabilidad que nos hemos encontrado por parte de la Policía Local, han sido claves a la hora de desbloquear la situación en un tiempo récord», recalcó.