“Estamos aquí para protestar por lo que es un Gobierno que retrocede medio siglo para los conservadores y un siglo para los progresistas” afirmaba Amelia González una de las muchas personas que se unieron a la llamada de la corriente feminista asturiana
“Estamos aquí para protestar por lo que es un Gobierno que retrocede medio siglo para los conservadores y un siglo para los progresistas” afirmaba Amelia González una de las muchas personas que se unieron a la llamada de la corriente feminista asturiana. La denuncia era clara, la recién nombra alcaldesa Carmen Moriyón se comprometió públicamente en la Casa de Encuentros de las Mujeres el pasado 22 de mayo, que bajo ningún caso pactaría con Vox. Aseguraba la antropóloga María José Capellín, antropóloga, fundadora de la Tertulia Feminista Les Comadres y del Fórum de Política Feminista, activista social de larga trayectoria y directora de la Escuela de Trabajo Social de Gijón durante treinta años, hasta su jubilación, y que dio voz al llamamiento y a las acciones que se tomarán ya mismo.
“Exigimos la ruptura del acuerdo en el que Vox tiene capacidad de incidir para determinar las políticas de igualdad entre hombres y mujeres en nuestra ciudad”, continuaba. Para ello se redactará un documento que se entregará por registro a la alcaldesa y a todas las asociaciones que estén en el Consejo de la Mujer.
La siguiente reunión será pasadas las elecciones generales, donde se evaluará la respuesta del llamamiento que llenó la calle Francisco Tomás y Valiente de personas que no están de acuerdo como se ha llegado a la investidura. Fernando Argüelles fue uno de los que se acercó a echar una mano y protestar por “meternos en el mayor oscurantismo posible a esta ciudad y traernos todas las ideologías del fascismo casposo” reiteró.
“Indignante, este pacto es un retroceso” aseguraba Arancha Suárez de la plataforma S.A.D (Servicio de ayuda a domicilio). “No podemos consentir que nos pisen ni un derecho” recalcó antes de posar con María Pardo, una de sus compañeras con la camiseta de su plataforma. No faltó tampoco el “Orgullín” portando su bandera multicolor.
“Moriyón cree que encendiendo las luces de nuestra bandera en el Ayuntamiento es bastante” decía contundente Llello Suárez. “Esta es una primera reacción, porque exigimos que explique porqué metió en su gobierno a un partido de ultraderecha” Y continuaba: “creo que este no es el precio que la ciudadanía debe de pagar por su asiento consistorial, incluso fallando a sus propios votantes”.
Entre las muchas voces pudo escucharse: “Ni un paso atrás, el feminismo vencerá”; “Resistencia”; “Escucha la lucha de les muyeres”; y la más lapidaria e insistente: “Moriyón dimisión”