El reconocimiento del comisionado de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, de que el reciclado es preferible a la incineración da alas a la reivindicación de los vecinos de la zona urbana de Gijón
La lucha que la Federación de Asociaciones Vecinales de la Zona Urbana de Gijón (FAV) mantiene para evitar la construcción de una planta de pirólisis en el puerto del Musel ha recibido un inesperado apoyo desde el corazón de Europa. O, al menos, así entienden en la entidad gijonesa la declaración hecha por el responsable de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Virginijus Sinkevicius, quien ha incidido en la prioridad del reciclaje frente a la incineración en territorio de la Unión Europea. De hecho, el comisionado ha dedicado unas palabras a las autoridades asturianas, recordándoles el principio de precaución en la instalación de nuevos proyectos contaminantes.
«Es impulso y un aval claro», han recalcado desde la FAV, satisfechos de lo que interpretan como un «auténtico espaldarazo» a sus reivindicaciones, en las que han reiterado siempre que la zona oeste de Gijón «es ya un área muy castigada por la contaminación, y con este proyecto aumentaría sustancialmente». En ese sentido, la petición es clara, y no se aleja ni un ápice de la formulada en los meses pasados. «La política de la UE en materia de Medio Ambiente se basa, entre otras cosas, en el principio de precaución, según el cual las repercusiones sobre el medio ambiente deben tenerse en cuenta lo antes posible en todos los procesos técnicos de planificación y toma de decisiones», recuerdan. En consecuencia, en este caso concreto «la precaución es no aumentar las instalaciones contaminantes e implementar medidas del plan de calidad del aire de manera efectiva».
Y es que desde el organismo comunitario se ha resaltado que la planta propuesta entra en el ámbito de la normativa europea en el sentido de que «exige que los proyectos que puedan tener efectos significativos en el Medio Ambiente se sometan a una evaluación para determinar, describir y evaluar las repercusiones, entre otras cosas, sobre la población y la salud humana, y que se lleven a cabo consultas antes de autorizar el proyecto».