«Ese fue uno de los muchos conciertos del programa de esta edición del festival, que está de cumpleaños y redondea cifra, diez años. Y, por supuesto, no es la única oferta que ofrece la organización»
«Recuerdo escuchar a Camela en el coche, poniendo sus canciones una y otra vez», comentaba Yaiza Hernández a primera hora de una tarde en que el Metrópoli se convirtió en una gran verbena. Es más, los de esta santa villa podríamos calificar como ‘verbenona’, con mayúsculas, la actuación de los cuñados María de los Ángeles Muñoz y Dionisio Martín, más conocidos como Camela.
Ya en el ensayo, ‘Dioni’ adelantaba «No sé si saldrá bien o mal, pero os garantizo que vamos a disfrutar».
Y no se equivocó el descendiente de asturiano, que hizo un guiño recordando la procedencia de su padre. Lleno total en un recinto que si hubiera podido albergar el triple de almas, lo hubiera hecho. Todo por ver a ese dúo que inspira bondad y mucho trabajo.
Con las canciones de siempre (‘Escúchame’, ‘Lágrimas de amor’, ‘Cuando zarpa el amor’…), un sonido impecable y una entrega total, Camela hizo bailar y cantar hasta al ser más retraído, si lo hubiera habido, de un público entregado sin cortapisas a los artistas.
Pero ese fue uno de los muchos conciertos del programa de esta edición del festival, que está de cumpleaños y redondea cifra, diez años. Y, por supuesto, no es la única oferta que ofrece la organización.
Mezcolanza de gente de todo tipo y edades, comida variada y riquísima, limpieza, seguridad. «Cada vez tiene más aspecto de festival», decía María Heredia, que acudió acompañada de dos de sus amigas, Cova Grau y Alba de la Fuente, que recordaba lo mucho que fue subiendo la bebida a lo largo de estos diez años.
No fue la única que se quejó del precio. A Bárbara Polo también le parece excesivo incluso en la comida, aunque lo bueno es que los conciertos son muy baratos. «Con siete euros puedes ver unos cuantos al día», aplaudía Laura Tolivia, que entre sus preferencias y la de su grupo estaba escuchar a Lágrimas de sangre, preferentemente a Camela.
Por opiniones positivas también las hubo para el escenario central, El Águila. «Me llama más la atención que otros años», afirmaba Olaya García, volviendo a salir el tema del precio de la entrada. «Lo han subido con los años, pero sigue siendo muy asequible», concluía.
El recorrido de Metrópoli no solo se centra en conciertos, comida y bebida. Hay ‘stands’ comerciales. En uno de ellos Dolores García muestra su ‘merchandising’ de cine y televisión. Estaba acompañada de una de las invitadas a la Cómic Con, la conocida artista valenciana Shaun Elay, que ilustra directamente en negativo superhéroes, ‘fan art’, figuras retro…, siendo uno de los nombres más demandados en este tipo de espacios.
Otra de las muestras que no se puede perder del recorrido es la colección de tiras de Romita JR. Dibujante de Marvel, es cocreador de muchas de las historias de Spider- Man.
De igual manera, pueden echarse unas risas y meterse en el papel de su personaje de película de dibujos preferida. Susana Marina González fue por unos minutos Bella, protagonista de ‘La Bella y la Bestia’, de Disney.
¡Ah! Y no dejar de subirse a la noria. Eso es pura adrenalina.