Las asociaciones que conforman el organismo municipal reclaman a la alcaldesa que intervenga para frenar a Vox y «evitar un retroceso intolerable en las políticas de igualdad»

Una mezcla de indignación, decepción e inquietud se ha apoderado de las distintas asociaciones que integran el Consejo de Mujeres de Gijón. Y la razón no es otra que el poder otorgado por la actual alcaldesa, Carmen Moriyón, a Vox, en una maniobra política que, a juicio del organismo municipal, demuestra que la regidora «faltó a su palabra«, al tiempo que constituye una «falta de consideración y respeto«. Así lo ha expresado una docena de colectivos, y que reclaman a Moriyón que «inicie el diálogo con el Consejo para intentar evitar un retroceso intolerable en las políticas de igualdad».
En el escrito común, las entidades recuerdan que, «ante la inquietud que generó en nuestras asociaciones el pacto de Gobierno con Vox, el 21 de junio, al amparo del Reglamento de Funcionamiento del Consejo, una reunión extraordinaria con para abordar la repercusión de la composición del nuevo ejecutivo municipal en las políticas y estructuras dedicadas a la igualdad entre mujeres y hombres». Sin embargo, esa petición todavía no ha recibido respuesta por parte de Moriyón, lo que «pone de manifiesto el escaso o nulo interés que tiene el Consejo para la alcaldesa, y su falta de palabra para con las organizaciones que lo componen y las personas que representan, así como lo que pueda decir este órgano consultivo». Más aún, el criterio general es que la regidora ha probado «su falta de interés con respecto a las cuestiones que atañen a las mujeres cuando permite que sea Vox quien decida sobre las políticas que se llevarán a cabo en esa área».
A ese respecto, las asociaciones recuerdan en el documento que el pacto de gobierno firmado por Foro, PP y Vox otorga a esa última fuerza «la capacidad de intervenir en el nombramiento de la directora general de Igualdad del Ayuntamiento, de revisar las subvenciones en materia de igualdad, y de modificar la Ordenanza de Igualdad, que fue aprobada por todos los partidos, excepto por Vox». Se trata, empero, de la gota que ha colmado el vaso del Consejo, y la demostración fehaciente de que Moriyón «no solo pactó con un partido negacionista de la violencia de género, sino que en ese pacto las políticas de igualdad han sido materia de la transacción».