La madre, que podría ser condenada a seis meses de cárcel, alega que «el niño no duerme pensando que tiene que ir al colegio» y que, «como no ha ido con regularidad, le da vergüenza»
Toda persona, de la primera a la última, y con excepciones tan raras que resultan extremadamente difíciles de creer, ha hecho ‘pellas’ en algún momento de su vida académica. Y el secreto del éxito, como diría cualquiera curtido en tales ausencias de clase, consiste en dosificarlas, en no convertirlas en un hábito que llame la atención de los profesores y, por extensión, provoque la ira de los progenitores. Nada que ver, claramente, con lo sucedido a la madre de cierto niño, ambos residentes en Gijón, que se enfrenta a una posible pena de seis meses en prisión por no haber llevado a su hijo al colegio con asiduidad, sumando una ausencia del 95% durante cinco cursos de Primaria. La vista oral comenzó este miércoles en el Juzgado de lo Penal Número Tres de Gijón, y continuará el próximo mes de octubre.
El Ministerio Fiscal sostiene que la acusada, de nacionalidad rumana y madre de un niño nacido en 2010, impide de forma deliberada que su hijo asista con regularidad al colegio desde el curso 2016-2017, cuando comenzó primero de Primaria en un colegio público de la ciudad. Ese año escolar ya tuvo graves ausencias injustificadas a clase, que aumentaron en el curso 2017-2018 a un 77%; en el curso 2018-2019, a un 62%, y en el 2019-2020, a un 58%. Finalmente, en el curso 2020-2021 tuvo una inasistencia prácticamente total desde el inicio, con un absentismo que alcanzó el 95%. Los esfuerzos realizados desde el centro escolar para normalizar la situación no dieron ningún fruto, como tampoco el apoyo e intervención de los servicios sociales municipales. Ni siquiera sirvió de algo la sanción de privación del Salario Social Básico a consecuencia de los incumplimientos de la madre que, pese a los reiterados requerimientos desde la Comisión Municipal de Absentismo, persistió en su actitud.
La acusada, única responsable en la actualidad del menor, pues el padre reside en Rumania tras la separación matrimonial, fue citada en Fiscalía el 14 de diciembre de 2020. En su comparecencia alegó excusas injustificadas, como que el niño «no duerme pensando que tiene que ir al colegio» y que, como no ha ido con regularidad, «le da vergüenza». En presencia del menor fue advertida de la obligación que tiene como madre de que su hijo acuda a clase habitualmente, y de que se pediría informe al centro escolar después de las vacaciones de Navidad; en caso de proseguir la situación, podrían interponerse acciones penales contra ella.
Realizado un seguimiento posterior de la asistencia al centro escolar, la dirección del colegio informó de que, finalizadas las vacaciones navideñas, a fecha 3 de febrero de 2021, el niño solo acudió dos días, el 12 y 14 de enero de 2021, a pesar de los requerimientos efectuados por la Fiscalía. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de abandono de familia, y solicita que se condene a la acusada a seis meses de cárcel, e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.