«Pero a la ‘progresía’ de este país le encanta prohibir. Todo lo que no sea de su agrado hay que erradicarlo, abolirlo. Hasta ahora no ha habido ningún gobierno en España que haya llevado una propuesta de ley para abolir la tauromaquia»


El pasado miércoles, el empresario Carlos Zúñiga presentaba el cartel de la próxima Feria de Begoña, en un salón abarrotado de público. Autoridades, concejales del equipo de gobierno, representantes de las peñas taurinas, del sector hostelero y empresarial, así como muchos aficionados taurinos fuimos a celebrar la vuelta a la normalidad en la ciudad de Gijón con la recuperación de la tauromaquia, considerada patrimonio histórico y cultural común a todos los españoles por la Ley 18/2013 de 12 de noviembre.
Una vuelta a la normalidad después de que, por una decisión unilateral, sectaria y arbitraria de la alcaldesa del PSOE, se prohibiera la celebración de la Feria taurina y se procediera al cierre radical de la Plaza de toros, sin dar opción no sólo al empresario taurino sino también a promotores culturales y musicales de organizar eventos en este edificio público. Con esta prohibición, sin justificación alguna, rompieron con una tradición de 135 años de historia, los mismos que tiene el edificio de El Bibio, catalogado como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España.
Tradición taurina en Gijón, mal que les pese a algunos, que sólo tuvo su parón durante la Guerra Civil, y desde la llegada de la democracia a nuestro país, con gobiernos socialistas tanto en Gijón como en Asturias, no sólo se mantuvo la feria taurina de Begoña, sino que se la respetaba, fomentaba y apoyaba totalmente por ser un evento cultural legal, protegido y además un incentivo económico y turístico para la ciudad. Ana Gonzalez (PSOE) apoyó la Feria taurina en 2019 y 2021, pero de repente le salió el “ramalazo” radical y cerró la plaza de toros a cal y canto.
“Los toros” en Gijón no están subvencionados con dinero público. El empresario taurino, además de pagar un canon al ayuntamiento de unos 50.000 euros, arriesga su propio dinero, puesto que sólo tiene ingresos de la venta de entradas de las corridas. Y lo más importante, la feria taurina de Gijón genera actividad económica, empleo y una promoción turística de la ciudad que beneficia a todos, principalmente hosteleros, hoteleros, taxistas, empresas de servicios…
Gijón tendrá este verano su Feria de Begoña, la Feria de la Libertad como la denominó el periodista Zabala de la Serna que hizo de maestro de ceremonia junto a Carlos Zúñiga y el maestro Emilio Muñoz. Libertad para ir o no a la Plaza. Y desde luego, lo que es inconcebible son todas esas personas defensoras de los animales que insultan, increpan y amedrentan a los que vamos a la Plaza de toros o damos nuestra opinión en defensa de un evento cultural protegido por ley. Nos llaman asesinos, torturadores, engendros de madre, fachas, malas personas, matarifes…
Hablemos de tortura a los animales, yo no tengo mascotas en casa y me parece muy bien la gente que los tiene, pero qué pensarán esos perros que están encerrados en 70 m2 y que sólo en determinados momentos pueden correr en libertad y los cerdos, las vacas, los pollos y todos los que van a los mataderos después de largos meses encerrados en los cebaderos para nuestra alimentación…
Yo estoy en contra totalmente de la tortura a animales, pero es que el toro de lidia está cuidado por los ganaderos como ningún otro animal durante los 5 o 6 años de vida en los campos y dehesas en total libertad, y los que terminan en la plaza de toros (no todos llegan a ser lidiados) luchan cuerpo a cuerpo contra el torero, demostrando su bravura y al mismo tiempo su nobleza.
La tauromaquia está protegida por Ley, e incluso por la Constitución, donde se establece que «los poderes públicos promoverán el acceso a la Cultura». Y hasta qué punto forma parte de nuestra Cultura que el gobierno de Sanchez incluyó el acceso a las corridas de toros en el abono cultural.
Pero a la “progresía” de este país le encanta prohibir. Todo lo que no sea de su agrado hay que erradicarlo, abolirlo. Hasta ahora no ha habido ningún gobierno en España que haya llevado una propuesta de Ley para abolir la tauromaquia.
Hay ejemplos de plazas de toros y eventos taurinos que han sido prohibidos y cancelados en España, pero luego en esas mismas regiones se permiten festejos como los correbous…
La cuestión es que en Gijón ha vuelto la sensatez, el respeto a las leyes y a las personas, la libertad de hacer y estar, y la normalidad porque los gijoneses el día 28 de mayo, democráticamente, decidieron que la ciudad fuera gobernada por Foro, PP y Vox, mayoría absoluta. Hay que felicitar a todo este equipo de gobierno por su valentía y devolver a Gijón una tradición de nuestra ciudad, porque guste o no, Gijón es taurina. El día que no haya espectadores para este tipo de eventos, se acabará la Feria, y el día que algún gobierno de España tenga la mayoría democrática para abolir la tauromaquia, se acabará la Feria… Pero mientras tanto, respeto y libertad para los aficionados taurinos.
«pero qué pensarán esos perros que están encerrados en 70 m2 y que sólo en determinados momentos pueden correr en libertad y los cerdos, las vacas, los pollos y todos los que van a los mataderos después de largos meses encerrados en los cebaderos para nuestra alimentación…»
Falsa dicotomía, muchos de los que están en contra de las corridas son veganos. Y muchos de los que no lo somos entendemos que el bienestar animal es importante, en este caso no se está hablando de una muerte rápida como se practica en la ganadería, se habla de una tortura lenta y extenuante para un animal que no tiene otra opción y cuyo fin no está siendo la alimentación, un objetivo válido y necesarios, si no para un cruento acto falto de toda humanidad.
«Yo estoy en contra totalmente de la tortura a animales, pero »
Yo no soy machista, pero las mujeres se lo buscan, yo no soy homófobo, pero es que van por ahí vestidos como locas, yo no soy racista, pero… es un clásico ese tipo de peros que lo que hacen es invalidar todo lo que los precede. Usted no solo está a favor de la tortura a los animales, usted está a favor de que a una tortura pública de un animal se la denomine cultura.
«luchan cuerpo a cuerpo contra el torero, demostrando su bravura y al mismo tiempo su nobleza.»
Cuerpo a espada, cuerpo a banderilla y cuerpo a puntilla.
«se procediera al cierre radical de la Plaza de toros, sin dar opción no sólo al empresario taurino sino también a promotores culturales y musicales de organizar eventos en este edificio público.»
Menudo bulo, fíjese que no se ha anunciado ningún acto musical. Y es que la reapertura se basa en uno de los informes que señala que las gradas de la plaza no corren riesgo de hundimiento lo hace basándose entre otras cosas en que «ni el reglamento taurino ni el Código Técnico de la Edificación contemplan eventualidades de espectadores saltando». El principio de prudencia debería ir por delante.
«respeto y libertad para los aficionados taurinos. » Respeto y libertad para los animales que están siendo obligados a recibir una muerte, lenta, cruenta y sin ningún tipo de humanidad.