Dos meses después de las elecciones municipales y tras ver como El Muro ya es una autopista, los toros vuelven a la ciudad, y falar n´asturianu en los eventos a celebrar por el Ayuntamiento es casi pecao; el PSOE no ha hecho nada. Nada

Es evidente el titular, dirán ustedes. Pero analicemos este hecho.
En las recientes elecciones generales el Partido Socialista, liderado por Pedro Sánchez, ha visto refrendado en las urnas varias cuestiones que no deberían caer en saco roto, si hacemos una lectura interesada para nuestra ciudad. Bueno, o al menos para los habitantes de esta ciudad que pretendemos que en algún momento, antes de que llegue el fin del ecosistema, vuelva a ser gobernada por partidos políticos progresistas. Y esto, seamos realistas, solo sucederá con un PSOE fuerte. Que no es el caso del de Gijón.
Primera cuestión: ha quedado claro que el votante progresista no ha afeado la Coalición de Gobierno, ni con la izquierda de Sumar, ni con los partidos nacionalistas. Mientras que Pedro Sánchez afirmaba, sin ningún problema y con naturalidad, que volvería a gobernar con Yolanda Díaz y ha ensalzado su aportación al Gobierno de España; el PSOE de Gijón dedicó la campaña electoral a ningunear a su propio partido en el gobierno y a humillar prácticamente todas las políticas que había realizado en coalición con Izquierda Unida. Mal.
Pedro Sánchez ha ido renovando el partido sin ningún tipo de problema, para gustos o disgustos de unos y de otros. Una renovación más o menos discutible, manteniendo alguna primera espada socialista, pero sin temblarle el pulso si había que cambiar caras. El PSOE de Gijón lo contrario. O al menos su lista electoral que fue un compendio de lo de siempre, de personas que llevan décadas o bien como representantes, o bien intentando serlo. Por no hablar del candidato elegido para la alcaldía, una persona absolutamente respetable en su vida laboral y fuera de la política pero que, sin duda, no representa absolutamente ninguna renovación ni aporta ilusión (política) para la ciudad. Mal.
El PSOE nacional ha sido consciente de que vivimos en el año 2023, mientras que el PSOE de Gijón se ha quedado en 1990. Sánchez, y todo su equipo, se han prestado a todo tipo de debates, han ido a todo tipo de programas, han jugado con las redes sociales y se han reído de sí mismos, pero lo han hecho respirando en todo momento el sentir de lo que pasaba entre el electorado progresista. Muy al contrario, el PSOE de Gijón declinó ir a debates (al mejor estilo Feijóo que, claro está, no fue buena idea), presentó un candidato que solo leía lo que tenía que decir, encorsetado, sin apenas interacción más allá de la zona de confort de reuniones preparadas y con afines. El uso de las redes sociales fue absolutamente neutro y, para terminar, el argumentario era el mismo que el del PP. Dijo sí a los toros en una ciudad animalista, dijo sí a la vuelta al asfalto a El Muro, y dijo sí a macro-proyectos urbanísticos propios de otras épocas. Se alejó de la realidad del voto progresista de la ciudad.
Pero, aún peor que eso, mientras que el actual PSOE nacional, sin haber sido el “ganador” en las elecciones, se mueve desde una seguridad y firmeza en sus convicciones que posiblemente le lleve a conformar un nuevo gobierno o, si esto no es posible, a llegar sin perder fuerza a una repetición electoral; mientras esto sucede en España, en Gijón el PSOE sigue desaparecido. Dos meses después de las elecciones municipales y tras ver como El Muro ya es una autopista, los toros vuelven a la ciudad, y falar n´asturianu en los eventos a celebrar por el Ayuntamiento es casi pecao; el PSOE no ha hecho nada. Nada.
Ha dejado la oposición en manos de IU que, por suerte, está haciendo la labor que le toca, lo cual no es una sorpresa visto el perfil que ha demostrado Javier Suárez Llana en este tiempo y también, la que para mí va camino de optar a ser la sorpresa política del mandato 23-27, Noelia Ordieres. Pero esto, como decía al principio, no es ni suficiente, ni tampoco justo. El PSOE de Gijón debe encabezar una oposición constructiva, pero dura. Debe exigir y defender las políticas progresistas, pero mucho me temo que, con el perfil de lista electoral presentado, a sus representantes actuales les va a costar ser rompedores, innovadores, encabezar protestas y buscar los puntos débiles del tripartito de la derecha con la ultraderecha.
Lo que me lleva a preguntarme: ¿cómo es posible que desde el PSOE de Asturias no se esté dando la vuelta a este asunto? ¿No hay perfiles, nuevos, jóvenes o no tan jóvenes, en el PSOE de Gijón para una renovación más que necesaria? Y si los hay, ¿por qué no se les está dando visibilidad? ¿Tanto pesa mantener las nóminas de las personas que deben tener nóminas públicas que se va a llevar consigo una posible reconstrucción del centro izquierda gijonés? ¿Moverá ficha el Presidente, Adrián Barbón?
Gijón necesita al PSOE, pero mucho más aún el PSOE de Asturias y el de Gijón, necesitan a Xixón.
Que les importa la política local, si el Secretario y secuaces ya han conseguido el puestin y la nómina de los próximos cuatro años.
Es menos mentiroso…por supuesto…menos fulero…. No cuentes ostias…no hables de gobernar con «Yolanda Díaz»….que tienes la memoria frágil. Habla de gobernar con los marqueses, de los exhabruptos, de LA LEY DEL SOLO SI ES SI…de las payasadas de la PAM…ESO también era gobierno. Debes de pensar también que hay gente que vota al PSOE y va a los toros…y pasa en coche por el muro. El mundo NO es de pajaritos.