Bocas abiertas y mucha diversión: El Circo del Sol y su ‘OVO’ no decepcionan en Gijón

Los asistentes al Palacio de Deportes de La Guía pudieron comprobar en su estreno no solo la maestría de los acróbatas, sino la belleza que irradian guión, vestuarios y escenario

‘OVO’, el espectáculo con el que el Circo del Sol celebra su 25 cumpleaños en todo el mundo, no decepcionó a los gijoneses que este miércoles acudieron en su estreno al Palacio de los Deportes de la Guía. Dirigido a un público familiar, los asistentes pudieron comprobar de primera mano no solo la maestría de los acróbatas, sino la belleza que irradian guión, vestuarios y escenario. Contrastes únicos y una historia muy singular: somos testigos de un ecosistema rebosante de vida, plagado de biodiversidad, donde unos artistas ataviados como coloridos ‘insectos’ revolotean, juegan, luchan y se enamoran. En medio de este ambiente, un huevo (‘ovo’, en portogués) aparece entre ellos. Este símbolo no es otra cosa que la representación del ciclo natural de la vida.

El Circo del Sol, que siempre se caracteriza por mimar hasta el último detalle, ha dedicado muchos esfuerzos a un vestuario único, fruto del estudio de la fisionomía de los insectos. Hasta los zapatos de cada personaje tienen un toque singular que no pasará desapercibido para la audiencia. El público reconocerá en la ambientación del show aires brasileños que contagian el ritmo, las bromas y toda la esencia del espectáculo.

La música en directo es algo indispensable en los eventos de la compañía canadiense. En esta ocasión, y bajo la dirección de Berna Ceppas, ‘OVO’ cuenta con siete músicos, que incluyen cuerda, viento, piano y solista. ‘OVO’, que estará en Gijón hasta el 6 de agosto, ha movilizado para sus sesiones en la ciudad a 23 camiones y a una plantilla de 100 personas. El Circo del Sol ha contratado, asimismo, a cerca de un centenar de gijoneses que han ayudado a la instalación del show.

Los asistentes al Palacio de Deportes de La Guía pudieron comprobar en su estreno no solo la maestría de los acróbatas, sino la belleza que irradian guión, vestuarios y escenario

‘OVO’, el espectáculo con el que el Circo del Sol celebra su 25 cumpleaños en todo el mundo, no decepcionó a los gijoneses que este miércoles acudieron en su estreno al Palacio de los Deportes de la Guía. Dirigido a un público familiar, los asistentes pudieron comprobar de primera mano no solo la maestría de los acróbatas, sino la belleza que irradian guión, vestuarios y escenario. Contrastes únicos y una historia muy singular: somos testigos de un ecosistema rebosante de vida, plagado de biodiversidad, donde unos artistas ataviados como coloridos ‘insectos’ revolotean, juegan, luchan y se enamoran. En medio de este ambiente, un huevo (‘ovo’, en portogués) aparece entre ellos. Este símbolo no es otra cosa que la representación del ciclo natural de la vida.

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El Circo del Sol, que siempre se caracteriza por mimar hasta el último detalle, ha dedicado muchos esfuerzos a un vestuario único, fruto del estudio de la fisionomía de los insectos. Hasta los zapatos de cada personaje tienen un toque singular que no pasará desapercibido para la audiencia. El público reconocerá en la ambientación del show aires brasileños que contagian el ritmo, las bromas y toda la esencia del espectáculo.

La música en directo es algo indispensable en los eventos de la compañía canadiense. En esta ocasión, y bajo la dirección de Berna Ceppas, ‘OVO’ cuenta con siete músicos, que incluyen cuerda, viento, piano y solista. ‘OVO’, que estará en Gijón hasta el 6 de agosto, ha movilizado para sus sesiones en la ciudad a 23 camiones y a una plantilla de 100 personas. El Circo del Sol ha contratado, asimismo, a cerca de un centenar de gijoneses que han ayudado a la instalación del show.