En Asturias era difícil imaginar un verano sin orquestas y fiestas de prau. Pero sucedió. Los eventos que ya estaban programados se suspendieron, y el teléfono dejó de sonar. Cantantes, músicos, bailarines, djs, técnicos de sonido… planeaban en marzo una temporada repleta de actuaciones, pero la pandemia por el coronavirus ha supuesto para todos ellos un año en blanco. Hoy, 8 meses después de que la Covid-19 apareciera, lamentan ser los únicos que no han podido volver al trabajo «ni un solo día». Andrés Fernández, dj de bodas y eventos desde hace más de 12 años, asegura que «el sector está muerto». Reclaman ayudas que les permitan sobrevivir y volver a hacer sonar su música.
8 meses, 0 ingresos
El sector de las verbenas ocupa el octavo puesto por número de trabajadores en Asturias. Un total de 1.079 familias viven del mundo de las orquestas sin saber en la actualidad que ocurrirá con ellas. Rodrigo Pardo, dueño del grupo gijonés Cayenna, relata la situación que muchos están viviendo. «La mayor parte del trabajo para nosotros tiene lugar de mayo a octubre, y llevamos desde diciembre sin facturar absolutamente nada. Los ingresos son cero desde hace meses, pero hay gastos fijos a los que tenemos que seguir haciendo frente cada mes».
En marzo el grupo Cayenna se encontraban inmerso en los ensayos, y la preparación del nuevo repertorio y el montaje. De hecho, hacía muy poco que acababan de adquirir un nuevo escenario por 180.000 euros, que sería el más grande de Asturias. Sin embargo no ha podido salir aún de la nave, una nave que sí tienen que seguir pagando, al igual que los impuestos, los autónomos o las infraestructuras.
En condiciones normales, este verano habrían tenido en torno a 100 espectáculos, pero no han podido actuar ni una sola vez. Sin ingresos, la situación es realmente complicada. «Ya no solo es el dinero que hemos dejado de ganar, sino también todo lo que tenemos que seguir pagando. Nosotros tenemos solo en gastos fijos unos 40.000 euros«, cuenta Pardo. Y así, «es muy difícil salir adelante». Él reconoce ser «un privilegiado y poder hacerle frente», pero sabe que son muchos los que están viviendo un momento «realmente desolador».
Algo parecido ocurre con los djs. Ellos sí han podido trabajar, pero lo han hecho en ocasiones contadas. Andrés Fernández tiene cada verano unas 90 actuaciones. Éste tan solo 14, y todas comuniones, «con las que se gana mucho menos que en una boda». Por ello, si en una temporada normal ingresaba aproximadamente 30.000 euros, ésta tan solo 2.000.
¿Qué reclama el sector de las verbenas?
Por el momento, lo único que orquestas y djs han recibido ha sido la prestación por autónomos (común para todos los sectores afectados) y la promesa del Gobierno del Principado de Asturias de ayudar con 1.500€ a los perjudicados por el cese de la actividad. Tanto Pardo como Fernández coinciden en que ante las perdidas sufridas, «esa ayuda sirve de muy poco».
Los profesionales del sector han salido a la calle más de una vez para demandar unas prestaciones que no llegan. Organizados por la Asociación de Orquestas de Asturias, reclaman por ejemplo el acceso a las prestaciones de desempleo de los trabajadores por cuenta ajena, las exenciones de impuestos a las empresas o la paralización de los pagos créditos.
Pardo entiende que «la salud es lo primero, pero no se nos está permitiendo trabajar, y para una situación fuera de lo normal como ésta tienen que tomarse medidas extraordinarias«. Por ello, solicita que ya que no pueden facturar, «al menos no se nos pida pagar». De seguir así, cree que verá a demasiadas orquestas desaparecer y a muchos compañeros quedarse en el camino «porque lo único que recibimos son las llamadas del banco».
Por su parte, Fernández reconoce que en su sector, el de los djs, «se han hecho muchas cosas mal», y añade que «no está regularizado y cualquiera puede ser dj hoy, algo que los profesionales hemos consentido cuando no debíamos hacerlo». Éste, cree, «es uno de los grandes problemas que tenemos ahora». El principal, sin embargo, es que «sin trabajar no entra dinero, y sin dinero la situación que vivimos es muy difícil».
Las ayudas son pocas y algunos ni siquiera han podido percibirlas. Fernández explica que con un trabajo que se concentra en tan solo unos meses, «muchos compañeros se dan de baja de octubre a abril», y ellos «se han quedado sin ningún tipo de ayuda y han perdido el año por completo«.
¿Cuál es el futuro de las fiestas y orquestas en Asturias?
Desde el sector esperan que la anunciada vacuna les permita volver al trabajo cuanto antes. Sin embargo, no son demasiado optimistas. Fernández asegura que muchos eventos que ya estaban previstos «se están posponiendo para el 2022, así que parece que el año que viene tampoco será fácil«.
Rodrigo Pardo es de la misma opinión. «Entre un 70 y un 80 por ciento de las contrataciones ya están cerradas en estas fechas, pero a día de hoy no hay nada», cuenta. Además, cree que «de ir todo bien y poder actuar para el verano, se llegaría demasiado tarde porque la organización de las fiestas y eventos requiere más tiempo». Las consecuencias económicas, entonces, serían «brutales».
La pandemia, dicen, les ha dejado «prácticamente tocados y hundidos». Aún así confían en que el 2022 les vuelva a subir al escenario. Esa será «la única forma de salvarnos».