En su primer día laborable abierta, la FIDMA registra una afluencia notable que ha incluido a los representantes autonómicos y municipales de Foro y de Convocatoria por Asturias
Soplan aires de Feria de Muestras por toda Asturias. Y hoy, aun siendo lunes y, por ende, primer día laborable de la semana para todos aquellos que no pueden gozar de unas sanas vacaciones, cientos de vecinos de Gijón, nativos de Asturias y foráneos procedentes del resto del mundo han vuelto a copar el Recinto Ferial ‘Luis Adaro’ para deleitarse con las múltiples posibilidades que el unánimemente considerado ‘escaparate de la región’ ofrece. Una marabunta movida por la alegría y el deseo estivales, en la que no han faltado desde las inevitables representaciones de algunos de los partidos que componen la esfera política actual, hasta decenas de rostros anónimos, igualmente deseosos de gozar de la FIDMA.
En el plano institucional, los más madrugadores han sido los representantes de Convocatoria por Asturias, encabezados por el secretario de organización federal de Izquierda Unida, Ismael González; por su coordinador en Asturias, Ovidio Zapico, y sus concejales en Gijón Javier Suárez Llana y Noelia Ordieres. Tras ser recibidos por el presidente de la Cámara de Comercio local, Félix Baragaño, Zapico ha celebrado la presencia de la delegación en un evento que es «un punto de encuentro para todos nosotros en el verano», y ha aprovechado para reiterar que, a tenor de los resultados electorales obtenidos en los recientes comicios, «Convocatoria es una herramienta útil. Cuando la creamos, nación con la doble intención de tener vocación de gobierno y de continuidad, y durante las próximas semanas y meses será en lo que centremos el trabajo político: en establecer unos cauces mínimos que permitan la coordinación, la participación y el fortalecimiento de lo que representamos, y que tiene que ayudar a vertebrar el espacio político de Sumar en Asturias».
Pocos minutos después hacía su entrada la delegación de Foro Asturias, liderada por su diputado Adrián Pumares, e integrada, entre otros cuadros regionales y locales del partido, por la alcaldesa, Carmen Moriyón. La regidora, de hecho, ha reconocido que «queríamos hacer esta visita pronto como reconocimiento a todos los expositores y a todo el esfuerzo que se hace; todo esto brilla mucho, pero detrás hay mucho trabajo», antes de pasar a referirse a la Semana Grande de Gijón, que, vaticina «será excelente, como siempre, porque lo principal son todas las personas». Acto seguido, Pumares ha confesado que en su grupo están «encantados de poder estar un año más en este escaparate de Asturias, no sólo de Gijón», y ha lanzado al gobierno encabezado por Adrián Barbón una petición: que «tome nota de los expositores y participantes, de la Asturias productiva, que trabaja y que crea trabajo y riqueza, y que en estos cuatro años las políticas tengan en cuenta las reclamaciones que hoy se hacen, y que favorezca con sus políticas la generación de empleo. Es la única forma de que Asturias pueda avanzar».
Pero no todo, ni tan siquiera lo más destacable, han sido las visitas de carácter institucional. A pie de calle, en cada pabellón y puesto, diseminados por cada uno de los recovecos del recinto, cientos de personas han vuelto a disfrutar de las múltiples posibilidades que la FIDMA ofrece, desde las variedades gastronómicas hasta la venta de productos o la inmersión en experiencias científicas. No obstante, de todas esas opciones una ha llamado poderosamente la atención: el Vehículo de Combate para Zapadores (VCZ) ‘Castor’, fabricado en Trubia por General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas. Pese a las constantes interrupciones de entusiastas que requerían una o más fotos y ‘selfies’, Lorenzo Vicente, responsable de Ingeniería, Medios Industriales y Programación de dicha empresa, fue el encargado de hacer de cicerone para varios grupos de curiosos, a los que explicó las múltiples posibilidades de un blindado que, una vez entre en servicio en el Ejército de Tierra a lo largo del año en curso, permitirá tanto despejar terrenos minados, como acondicionar puntos de tiro y trincheras para carros de combate e infantería. Por el momento, el Ministerio de Defensa español ha encargado treinta de estos vehículos, que se entregarán a razón de tres por unidad de ingenieros de combate.