![](https://migijon.com/wp-content/uploads/2023/08/restallu.png)
Es una labor tan preciosa que no se puede decaer porque, aunque en ese momento te vengas abajo hay que pensar que hay más niños a los que tienes que ayudar a cumplir su deseo. Hay que pensar en el siguiente
![](https://migijon.com/wp-content/uploads/2023/08/Camino-Luna-1280x850.jpg)
Camino Luna Baragaño es la voluntaria de la Fundación Pequeño Deseo en Asturias. Su labor, totalmente altruista, le satisface plenamente a pesar de la carga emocional que conlleva el tratar con niños enfermos, muchas veces terminales. El gran corazón de Camino, su templanza ante las adversidades de los demás, y ese «deseo» de hacer realidad las peticiones de los niños sin salud, es el objetivo por el que cree que debe de ser incansable en su tarea. Es la conseguidora de deseos asturiana.
Cuéntenos más sobre la Fundación Pequeño Deseo.
Damos deseos a niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico. Esto último, niños y niñas con cáncer, es nuestra prioridad y a partir de ahí, todas las demás.
Y enfermedades raras…
Sí, sí claro. Hay muchísimos síndromes.
¿Cuántos años lleva en Asturias la Fundación?
Veintiuno.
¿Cómo llegan a los casos?
Nos centramos en el HUCA, donde están centralizados los oncológicos. Las personas que trabajan en la fundación hacen el papeleo y tramitan los deseos.
Pero usted es voluntaria.
Soy la única voluntaria. Cuando la fundación empezó aquí, me uní a ella y fui la que empezó a acudir al hospital para conseguir un convenio. Lo sigo haciendo eh, pero altruistamente.
Digamos que usted es la conseguidora de deseos.
Eso es.
¿Nada más que trabajan con el HUCA?
No, no. Eso no significa que no trabajemos con los demás hospitales de Asturias. Nosotros cada cierto tiempo concertamos una cita y los médicos y aulas hospitalarias nos exponen los casos que creen que son receptivos de hacer el deseo.
Y luego hablan con los padres. ¿Los hay que no quieren que ustedes intervengan?
Si algunos.
¿Por qué cree usted?
Porque ese deseo que podemos conseguir, puede ser el último. Se cierran en banda. Es una negación de la enfermedad y desgraciadamente del desenlace que ocurre en muchos casos. Eso no es frecuente ¡eh! Yo creo que en todos estos años conocí dos casos.
Puede recordarlos.
Una porque consideró que su hijo no necesitaba nada y la otra por circunstancias personales.
¿Fallecieron?
Sí.
¿Hay un porcentaje amplio de fallecimientos?
¡Bueno! Ahora hay muchos avances y muchos niños que se curan. Los hospitales además ya no son tan estrictos como antes.
¿A qué se refiere?
Pueden llevar a sus mascotas, tienen muchas salas de juegos…hay que humanizar los hospitales y normalizar la enfermedad porque la sociedad, en muchos casos, ni quiere hablar ni sacar el tema, si un niño o niña tiene cáncer.
Es verdad…
Cuando les pido ayuda para la Fundación hay mucha gente que me dice que no le hable de eso…que le da mucha pena.
Ya.
Tenemos que tener el conocimiento de que a nuestro alrededor hay muchas enfermedades y de las raras ya ni le cuento. Hay muchísimas.
¿Tienen colaboradores?
Muchos.
¿Cómo lo hacen?
De muchas formas. Pueden hacer donaciones a nivel económico; empresas de cualquier ámbito, artistas…
¿Qué deseos piden?
Absolutamente de todo. Desde tener una familia; volar en helicóptero, un bocadillo de chorizo (los que están trasplantados); ir de compras…
Por ejemplo, uno de los últimos deseos que hizo.
Ir al Boombastic a conocer a Badr Hari, pero aquí en Asturias lo que piden es encontrarse con Fernando Alonso, Melendi…y de ahí, por ejemplo, a querer volar.
¡Querer volar!
La psicóloga del hospital dice que tiene un sentido, el distanciarse de su enfermedad. Su mente se evade pensando en que, si está hacia arriba, no está en la tierra, digamos, en el hospital.
¿Y es difícil de conseguir? ¿Cómo prepara ese deseo?
¡Vale! primero hay que ver las características del niño. Si es muy pequeño, pequeño o un poco mayor.
¿Y eso?
A un niño muy pequeño no lo quiero meter un viaje en globo porque igual tiene algo de miedo (en este caso es con la colaboración de una empresa de globos aerostáticos de Gijón). Tenga en cuenta que hacemos deseos desde los cuatro años. Si me decido por el helicóptero, vamos a la Morgal, que al igual que el Aeropuerto de Asturias también colaboran con la Fundación.
Eso en cuando quieren volar. ¿Lo más raro?
Nos dieron un premio importantísimo que fue el Humanitario de Moreda, por conseguir que una niña cumpliera el deseo de tener una cabaña en un monte. Su abuela contaba con una casina en Taramundi y ella quería también una para jugar. Fuimos a un centro comercial, nos dieron una de las casas de la exposición, la subimos en un camión y…
Rumbo a Taramundi.
Un albañil de hizo una base de hormigón, le compramos muebles pequeños, cortinas…
¿Y no le piden ir a musicales?
Y viajar a Amsterdam, por ejemplo.
Pero eso como lo consigue.
Tengo una agencia que me ayuda aquí en Gijón y por supuesto la red que la Fundación tiene por toda España. ¡Fíjese! Hace años me llamaron compañeros de Madrid porque un niño había visto en un libro los Lagos de Covadonga. Me pasé el fin de semana con él por la zona para que pudiera ver todo el entorno de los Picos de Europa.
¿Con sus padres?
Casi siempre se cumplen este tipo de deseos en compañía de los padres, por supuesto.
Y Camino, los deseos cuando los niños fallecen…
En tantos años, fíjese. A veces preparas el deseo y porque se ponen malinos en esos momentos. Recuperan, vueles a poner en marcha el deseo…pero a veces antes de cumplirlo, sí fallecen.
Pero el reponerse de eso…
Es una labor tan preciosa que no se puede decaer porque, aunque en ese momento te vengas abajo hay que pensar que hay más niños a los que tienes que ayudar a cumplir su deseo. Hay que pensar en el siguiente.
Y las familias…
Las familias me devuelven absolutamente todo lo que yo puedo hacer. Incluso los personajes a los que los niños y niñas quieren conocer, no olvidan el acto.
Cuente un ejemplo.
Conseguimos un deseo para un niño que le gustaba mucho el golf. Tenía ilusión de conocer al internacional Rory Mcllroy. Fue mucho esfuerzo y mucho llamar por teléfono, pero al final se valió la pena porque el niño viajó a Escocia y pudo cumplir ese deseo. Hoy en Las Caldas se realiza un torneo “Amigos de Guille” a beneficio de la fundación y en recuerdo al niño, que desgraciadamente falleció después de haber cumplido su deseo.
La veo y pienso que tienen unas tragaderas muy grandes. ¿No cree que la gente está muy deshumanizada?
Tengo una capacidad que heredé de mis padres, que hay que ver lo positivo de la gente. Cunado conozco a alguien, siempre pienso que es buena persona.
¿Pero nunca llevó una decepción?
Muchísimas.
Y así y todo no se harta.
Querida, tengo un cometido y un compromiso en esta vida, conseguir esos deseos para los niños y niñas que están enfermos.