Identificar los posibles problemas de procesamiento auditivo y visual en los más pequeños puede ayudar a prevenir el fracaso escolar
Un año más llega septiembre y, con él, la temida ‘vuelta al cole’. Tiempo de ajustes de horarios, de la vuelta a las clases extraescolares, a los entrenamientos deportivos o a quedar con los amigos de clase, pero también tiempo de revisar que todo sigue ‘en orden’. La visión y la audición intervienen de manera directa en el aprendizaje ya que el 70% de lo que los niños aprenden el colegio les llega a través de estos sentidos. De hecho, la relación entre visión, audición y aprendizaje es tan íntima que muchos problemas de procesamiento visual y/o auditivo son fácilmente confundidos con problemas de aprendizaje.
Actualmente, uno de cada cuatro niños no está visual y/o auditivamente preparado para ir al colegio. Les equipamos con nuevos uniformes, con nuevo material escolar, con una nueva mochila… pero no preparamos su vista para los meses que tienen por delante. Y el 73 % de los niños que presentan un problema de aprendizaje, este puede estar relacionado con un problema de procesamiento visual y/o auditivo, aunque vean y oigan bien.
Por ejemplo, puedo tener una agudeza visual del 100% y tener problemas para mover mis ojos con precisión a la hora de leer, por eso me pierdo, me salto líneas….O puedo escuchar perfectamente pero no entender lo que me están diciendo, por ejemplo, me dicen “castor” y yo entiendo y en el dictado escribo “pastor”.
¿Por qué acudir a un centro de terapia visual?
Los problemas de procesamiento visual y/o auditivo repercuten notablemente en el aprendizaje y eso es algo que solo se puede detectar en un centro especializado en optometría y terapia visual. Por eso, en Visualia contamos además con un equipo de optometristas especializados en detectar y tratar estos problemas, para darle al paciente unas buenas herramientas para poder desarrollar todo su potencial.
Además de nuestro equipo de optometristas, contamos con una especialista en estrategias de aprendizaje, que ayuda a los estudiantes a lograr la eficiencia en el estudio e identifica aquellos aspectos que los desmotivan o no les dejan desarrollar su máximo potencial.
La planificación es clave en la rutina del invierno, por ello, es necesario que todas las actividades estén perfectamente organizadas. En nuestro centro desarrollamos de manera individual un plan de estudios acorde a las capacidades físicas y psicológicas de cada niño. Solo así se consigue que optimicen su tiempo y alcancen los mejores resultados académicos.
Y es que, aunque importante, el esfuerzo no lo es todo, ya que siempre debe ir acompañado de otras habilidades, para una correcta lectura, escritura, comprensión, memoria… y, sobre todo, de “saber estudiar”. Una práctica que puede parecer sencilla, pero que engloba una serie de habilidades visuales y auditivas además de unas estrategias de aprendizaje y técnicas de estudio imprescindibles para lograr un aprendizaje eficaz.