La alcaldesa, que augura que retendrá Festejos «una buena temporada», celebra que el presidente de Divertia «se posicione en no culminar la destrucción de la operativa del FICX que su partido puso en marcha como emboscada»
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Forme parte, o no, de una estrategia previamente concebida, Oliver Suárez ya está recogiendo los primeros frutos dulces del desmarque con respecto a Vox que realizó el pasado sábado. Tres días después de distanciarse de las intenciones que para con el Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX) que su compañera política, la exconcejala de Festejos Sara Álvarez Rouco, hizo el jueves, y de llamar al «diálogo» entre las tres fuerzas de la derecha, el presidente de Divertia ha obtenido esta mañana el espaldarazo de la alcaldesa, Carmen Moriyón, quien ha valorado «muy positivamente» que «haya desautorizado» a su partido. No obstante, por el momento no se ha pronunciado sobre si las palabras de Suárez son la antesala de una posible alineación con él como edil no adscrito, una hipótesis que, pese a carecer de base, se ha convertido en la más comentada en los pasillos del Ayuntamiento.
Más clara ha sido Moriyón en su interpretación de la reacción de Suárez. Para la regidora, su declaración de sábado fue equivalente a «posicionarse en no culminar la destrucción de la operativa del Festival, que su partido había puesto en marcha a modo emboscada, sin avisar al equipo de gobierno, ni advertir de que se querían hacer cambios». Aun así, por el momento la alianza entre Foro y PP sigue dando como resultado trece concejales, insuficientes para sacar adelante con holgura cuestiones tan relevantes como las ordenanzas fiscales o los presupuestos de 2024. Algo que no ha impedido a Moriyón manifestarse optimista. «Ya se han mandado las previsiones de gastos y de inversiones, y ahora toca sentarnos a cuadrar ingresos y gastos», ha afirmado, justo antes de compartir su intención de que «el Pleno de presupuestos se celebre en los primeros quince días de diciembre, y en breve tendremos el de las ordenanzas fiscales».
Por lo que respecta al área de Festejos, gestionada por la propia Moriyón desde la expulsión de Rouco del tripartito, ha augurado que esas competencias seguirán en sus manos «una buena temporada». Una pretensión en cumplimiento de lo recogido en el pacto de gobierno, en el que se estableció que sería Foro el partido que las ostentaría, a pesar de su posterior cesión a Vox. Eso sí, donde se han orquestado cambios ha sido en la Junta de Gobierno Local, de la que ha pasado a formar parte Nuria Bravo, concejala de Seguridad Ciudadana y Emergencias, en sustitución de Rouco.
«Aquí va de que gobierna quien logra más apoyos, aunque haya que cambiar la ‘ley de leyes’
La alcaldesa no ha querido despedirse sin dedicar unas palabras a la postura del PSOE ante el conflicto con Vox; en concreto, a su secretario general, Monchu García, y a su portavoz en el Pleno, Luis Manuel Flórez, ‘Floro’. «Llevamos más de cien días de gobierno, y que los enrabietamientos tienen que cesar», les ha pedido Moriyón, convencida de que «Gijón se merece una oposición que se dedique a lo que se tiene que dedicar. Ya es momento de que interioricen la doctrina de su partido, la doctrina de Pedro Sánchez, que es que aquí no va de que gobierna el partido más votado, sino de que gobierna quien logra más apoyos, aunque haya que ir a buscarlos, a veces, hasta fuera de España, y que cambiar la ley después de las elecciones, o la ‘ley de leyes’ que es la Constitución».
A partir de ese punto, la regidora se ha dirigido expresamente a ‘Floro’, a quien ha advertido de que «por más que haya empezado a insultarme después del Pleno de investidura, y que tras cien días me siga insultando, no me va a doblegar ni un ápice. Puede seguir insultándome hasta el año 2027, que ni me va a desestabilizar, ni va a desestabilizar este gobierno que tengo el honor de presidir». Y ha concluido invitándole, a tenor de que «es una persona de cierta experiencia y con un prestigio evidente en Gijón», a que reflexione sobre «por qué entró en un Pleno con más apoyos, con doce, y salió de él con menos, con diez».