El responsable de Divertia solicita su salida de la formación que lidera Sara Álvarez Rouco tras haber sido acusado de «deslealtad porque apelé al diálogo para reconducir un acuerdo de gobierno y frenar el regreso de las izquierdas»
El rumor que con más fuerza ha recorrido los pasillos del Ayuntamiento de Gijón durante la última semana se ha hecho, al fin, parcialmente real: Oliver Suárez se va de Vox. El responsable de Divertia y ‘número dos’ de la concejala de Festejos, Sara Álvarez Rouco, ha anunciado esta misma mañana, a través de un comunicado, su voluntad de abandonar tanto el grupo municipal como el partido, en respuesta a las acusaciones de «deslealtad» que su inminente exsuperior vertió sobre él tras su comparecencia del pasado sábado, en la que instó al diálogo entre las partes para tratar de paliar la tensión generada por la expulsión de la agrupación del Gobierno local. Un hecho que ha coincidido con la revocación de las competencias como edil de Rouco por parte de la alcaldesa, Carmen Moriyón, en un Pleno en el que, sin embargo, no se ha aclarado qué sucederá con Suárez.
En su escrito, el que fuese primer espada de la ya exconcejala afirma que «mi compañera, siguiendo las directrices de Vox, habló de deslealtad en referencia a mi persona». Semejante acusación, a juicio de Suárez, resulta intolerable, pues entiende que «soy desleal porque apelé al diálogo para reconducir un acuerdo de gobierno y frenar el regreso de las izquierdas». En consecuencia, manifiesta su decisión de no continuar en las filas de un partido «que me considera desleal por apelar al diálogo, no con Bildu, o los separatistas, o lo comunistas que andan estos días apoyando a los criminales de Hamás, sino con unos partidos, hasta donde yo sé, democráticos y que son nuestros socios de gobierno». Y asegura que se repliega «como se han ido tantos, como han purgado a tantos, en el contexto de un partido que ha cambiado profundamente, que no es el que yo conocí, aquel donde cabíamos todos: liberales, conservadores… Eran los tiempos del sentido común. Ahora son los tiempos del ordeno y mando, sin posibilidad ni de que te escuchen».
Moriyón, sobre su negativa a aclarar el futuro de Suárez: «Estoy dentro de la norma y la legalidad»
Suárez, retrotrayéndose a su rueda de prensa del sábado, sí se permite advertir de que «podía haber contado muchas otras cosas, pero no lo voy a hacer nunca», si bien teoriza que, en el seno de Vox, «muchos tienen miedo a los de su propia casa». Y concluye teorizando que, «si las partes tienen claro lo que quieren, no hay ninguna incertidumbre de cara a la gobernabilidad; al contrario, la estabilidad estará garantizada, yo superaré esta pesadilla y todos trabajaremos por Gijón, algo que ya dije en esa rueda de prensa tan ‘desleal’ a juicio de los de Madrid, y hasta de alguno de Barcelona».
Si bien desde Vox se han negado a hacer declaración alguna al respecto, ahora las especulaciones giran en torno a si se hará realidad la segunda parte del rumor enquistado en Consistorio: que Suárez se alinee con el tándem que forman Foro y PP en calidad de concejal no adscrito, proporcionando, así, los apoyos necesarios al Ejecutivo para sacar adelante medidas como las ordenanzas fiscales o los presupuestos de 2024. A la espera de que se aclare la bruma sobre dicha cuestión, y mientras cada vez más voces hablan de un posible plan orquestado premeditadamente, por ahora Moriyón se ha escudado en que, al negarse a dar explicaciones sobre el futuro de Suárez, «estoy dentro de la norma y la legalidad».
Y otro caso más de transfuguismo y prostitución política. En esta ocasión el tránsfuga Oliverio Suarez se pasa a concejal no adscrito para conservar su sueldo y la presidencia de la empresa Divertia en el Ayto. de Gijon con el beneplácito de la Alcaldesa. 50.000 € al año es el precio de la supuesta dignidad del sujeto