Izquierda Unida afirma que «se ha puesto en peligro la integridad física» de los refugiados senegaleses allí acogidos y exige al Gobierno gijonés «medidas inmediatas para garantizar su seguridad»
Que el mundo se revele como un espacio cada vez más globalizado, más abierto y más plural no es óbice para que aún hoy, en pleno siglo XXI, ciertas manifestaciones recuerden que no todos están a favor de esa corriente. Y el céntrico Hotel Begoña de Gijón se ha convertido, de forma involuntaria, en reciente escenario de una de ellas, protagonizada por el grupo ultraderechista Hacer Nación Asturias. Este miércoles varios de sus militantes accedieron al edificio, que desde hace días y hasta Navidad acoge a unos veinticinco refugiados de origen senegalés, y colgaron de una de sus ventanas una pancarta con un llamamiento expreso contra la inmigración. Su acción, ampliamente difundida en redes sociales, ha cosechado algunos apoyos y una oleada de críticas, y también ha llevado a la representación gijonesa de Izquierda Unida (IU) a tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los refugiados, y para prevenir que sucesos análogos se repitan en el futuro.
«Los representantes públicos no podemos tolerar estos actos y tenemos la obligación de combatir discursos xenófobos y de odio», ha decretado hoy la edil Noelia Ordieres, convencida de que la actuación de Hacer Nación, al que tacha de «grupúsculo neonazi», ha puesto en peligro «la integridad física de estas personas, así como la seguridad de los usuarios y usuarias del hotel». En ese sentido, la concejala de IU ha añadido que, «además del acoso hay una clara incitación al odio hacia los migrantes, personas que han llegado aquí huyendo de situaciones muy difíciles en sus países de origen, arriesgando su vida, en una situación de vulnerabilidad extrema», y ha abundado en ello señalando directamente a su homóloga de Vox, Sara Álvarez Rouco, por «el discurso incendiario e irresponsable que lleva sosteniendo y alimentando durante semanas», y que, a su juicio, sostiene intervenciones como la de ayer.
Por todo ello, IU trasladará a la Comisión de Seguridad Ciudadana la petición de que se adopten todas las medidas que sean precisas para que algo así no se produzca otra vez. «Hay límites que no se pueden cruzar», ha sentenciado Ordieres. Y ha concluido recordando que «Xixón siempre ha sido una ciudad tolerante, solidaria, abierta y acogedora. Si sobra alguien en ella es la minoría racista y xenófoba».