El edil de Movilidad ha recordado hoy en el Pleno que aquellos se instalaron como medida «sanitaria y temporal» durante la pandemia, y afirma que «si no hay acera, lo que hay es que crearla con hormigón y baldosas»

El malestar provocado por la supresión en varios centros educativos de la ciudad de los bolardos que, hasta ese momento, acotaban y protegían las zonas de acceso de los alumnos no quedará sin respuesta por parte del Ayuntamiento. Ese es el mensaje que se ha podido inferir esta mañana de las declaraciones del concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público de Gijón, Pelayo Barcia; en el transcurso del Pleno ordinario de noviembre el edil ha asegurado que el área que preside intervendrá «en breve» en el colegio ‘Nicanor Piñole’ de Contrueces para paliar la eliminación de tales elementos. Una manifestación de intenciones, empero, hecha después de que ni Foro, ni el PP, ni tampoco Vox apoyasen una proposición plenaria presentada por Izquierda Unida (IU) para restituir dichos bolardos.
«Si no hay acera, lo que hay es que crearla con hormigón y baldosas», ha sentenciado Barcia. Mientras no se dé esa circunstancia, ha recomendado el espacio estancial más seguro que exista, un punto de equilibrio natural entre los lugares en los que se detengan los vehículos de los padres y las zonas de tránsito peatonal de los niños, aunque, en algunos casos, sea «alejado o incómodo», y ha apostado porque la comunidad educativa adopte también medidas desde la concienciación sobre la seguridad vial, hasta incluso la apertura de las puertas unos minutos antes que permita accesos escalonados. A ese respecto, otra buena nueva por parte del forista ha sido el anuncio de reactivación del programa de entornos escolares seguros, iniciado bajo el último mandato de la actual alcaldesa, Carmen Moriyón, y que incluirá actuaciones en el colegio ‘La Escuelona’ y en la escuela infantil ‘La Serena’. Eso sí, en lo concerniente a los bolardos, el edil ha sido tajante. Fueron, recordó durante la sesión, una medida «sanitaria y temporal», implementada tras la dramática experiencia de la pandemia del coronavirus para garantizar la distancia social en los centros educativos.
Ninguno de esos argumentos ha convencido a los grupos de izquierdas en la oposición. El portavoz de IU, Javier Suárez Llana, acusó a Barcia de ser «un negacionista de libro», al tiempo que recalcaba que «de lo que se está hablando es de la seguridad de los menores»; por ello, ha instado a la concejala de Educación, Ángeles Fernández-Ahúja, a que se reúna con los representantes de los colegios afectados y de sus AMPAS, para escuchar sus peticiones y propuestas de solución. No mucho más comprensiva se ha mostrado Natalia González, del PSOE, quien ha recriminado al Gobierno de Moriyón que «no haya tenido en cuenta a la comunidad educativa antes de la retirada de los bolardos», tras lo que ha urgido al Ejecutivo a rectificar.