La Fundación aspira a obtener hasta 300.000 kilos de comida en una campaña que comenzará este viernes, lastrada en los últimos tiempos por la reducción de las aportaciones como consecuencia de la subida de los precios
La Fundación Banco de Alimentos de Asturias ha presentado este jueves su ‘Gran recogida 2023’, la campaña con la que aspira a recoger los días 24 y 25, de este mes, al menos, 300.000 kilos de comida. Y sus responsables han elegido dos de los rostros más populares del panorama gastronómico español para poner cara a esta ambiciosa iniciativa: los del cocinero Karlos Arguiñano y su hijo, Carlos, sonrientes e incitantes bajo el lema ‘Alimenta una vida mejor. Por una Asturias mejor’. Así se ha anunciado esta mañana, durante la presentación de la acción en la Junta General del Principado, en un acto con presencia de la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez; de los regidores del Parlamento asturiano, y de representantes todos los grupos políticos y de los Ayuntamientos de la región.
Desde este viernes 900 voluntarios trabajarán en la campaña, en la que se espera que colaboren 356 supermercados, 25 municipios, 42 empresas o entidades, y una treintena de centros educativos. En esta ocasión, los alimentos que son más demandados son el aceite de oliva y girasol, las conservas, alimentos infantiles, galletas, cacao, café, pasta y alimentos no perecederos. La donación mixta, de alimentos y económica, puede realizarse los días 24 y 25 de noviembre en los supermercados que colaboran. También habrá donación económica en caja, que se extenderá hasta el 8 de diciembre en algunos supermercados. Igualmente, se puede donar a través de Bizum, o por la página web del Banco de Alimentos de Asturias.
Aunque la esperanza no decrece, el punto de partida no es especialmente halagüeño. Tal como reconocía esta mañana el presidente del Banco en Asturias, Bernardo Sopeña, en actual contexto económico, con la subida de precios, las donaciones con las que contaban han sido casi un 40% inferiores a lo esperado. Por ello, y ante la perspectiva de que 2024 sea un año «bastante complicado», están planteando nuevas iniciativas para recuperar capacidad de obtener comida para las personas necesitadas. Además, cree que el número de beneficiarios en Asturias, unas 14.000 personas, puede aumentar. El perfil está, según Sopeña, cambiando, pues hay muchos jóvenes, incluso con trabajo, pero con dificultades, o familias monoparentales, que encuentran en el Banco de Alimentos una ayuda.