El dirigente autonómico plantea una reforma de dicho sistema que combine «aspectos parlamentarios» con los de «elección directa del presidente»
Cada legislatura consumida, cada nuevos comicios convocados y, en suma, cada resultado que surge de las urnas pone sobre la mesa un debate largamente sugerido: la necesidad, o no, de modificar el sistema electoral vigente. Una cuestión sobre la que este martes se ha pronunciado el presidente del Principado, Adrián Barbón. En declaraciones hechas tras el acto institucional con motivo de la conmemoración de la Constitución de 1978 el dirigente asturiano ha planteado una «reflexión profunda» en el país sobre la posibilidad de «modificar el sistema de elección» de la presidencia del Gobierno. Así, propone estudiar una reforma electoral que combine «aspectos parlamentarios» con los de «elección directa del presidente».
Con esas palabras Barbón se ha referido al discurso del presidente de la Junta General, Juan Cofiño, en el que ha señalado posibles ámbitos de mejora «en lo relativo al régimen electoral, conectados con una mayor aseguramiento de la gobernabilidad y la estabilidad institucional», complementado, llegado el caso, con «una reforma del Senado que le habilite como una verdadera Cámara Territorial o caja de resonancia de las Comunidades Autónomas, toda vez que el modelo autonómico esta firmemente arraigado en sede constitucional y en el imaginario colectivo de los españoles». Así, el presidente asturiano ha señalado que antes era partidario de que en el Congreso se copiara «el modelo asturiano» de elección, pero ahora empieza a ser «más partidario, a lo mejor, de combinar los aspectos parlamentarios también con los de elección directa del presidente».
«Es una reflexión mía personal que llevo tiempo madurando, visto las dificultades de armar mayorías parlamentarias», ha puntualizado, reconociendo que «es muy complejo» porque exige «una reforma constitucional y ahora mismo seguramente no hay los números porque hay una situación de bloqueo en muchos aspectos». «Lo planteo porque eso garantizaría siempre estabilidad», ha incidido. También se ha mostrado partidario de una reforma relativa a la sustitución del término ‘disminuidos’ por personas con ‘discapacidad’ en el artículo 49 de la Constitución, así como de reformar el Senado para que «sea una verdadera cámara territorial y no se convierta, como ahora, en un espacio de juego político partidista, lamentablemente».
Así las cosas, Barbón aboga por «no ser inmovilistas» y recuerda que la propia Carta Magna «regula los procedimientos de su reforma». Ha resaltado que la autonomía de gestión de las comunidades «en aspectos tan simbólicos como la sanidad, la educación o la política social, es gracias al Estatuto de Autonomía que bebe sus fuentes de la Constitución Española del 78» y entiende, a su vez, que hay que establecer «marcos competenciales cerrados». En suma, «Asturias es el mejor ejemplo de la combinación perfecta del espíritu identitario, de nuestra propia identidad como asturianos asturianas y al mismo tiempo el orgullo de formar parte del proyecto común que es España y Europa».
«Si la extrema derecha estuviera aquí, le saldrían ronchas»
También la ausencia de Vox en el acto institucional ha sido una cuestión sobre la que Barbón se ha pronunciado. A ese respecto, ha teorizado con que «la extrema derecha no está aquí porque si estuviera, le saldrían ronchas», haciendo referencia a la esencia constitucional del Estado de las autonomías, o el Estado Social y Democrático de Derecho. Sostiene el presidente asturiano que a los diputados de Vox «cualquier cosa les valdría con tal de no asistir al acto de conmemoración de la Constitución». «Cometen un error y yo siempre digo que respeto mucho a sus electores, pero quiero decirles a sus electores que esta es una muestra más de por qué no merecen su confianza», ha zanjado.