Desde la plataforma recalcan que, pese a que el Ayuntamiento está convencido de que entrañan inseguridad, «estudios realizados en ciudades como Salt Lake City, Wellington, Ottawa y varias de Noruega indican lo contrario»
Pocas semanas después de su puesta en marcha, el Observatorio Xixonés de la Movilidad (OXM) ya ha lanzado su primer desafío al Ayuntamiento de la ciudad. Y el foco del mismo ha sido la anunciada pretensión de la concejalía de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, que preside el edil Pelayo Barcia, de suprimir los ‘ciclocarriles’ conforme el uso y el tiempo vayan difuminando la señalización que los delimita. Una medida que, en su momento, el propio Barcia justificó por la supuesta inseguridad que tales áreas entrañaban para conductores y ciclistas, entre otras razones esgrimidas… Ninguna de las cuales, empero, ha convencido a los miembros de la plataforma ciudadana.
«Los ‘ciclocarriles’ están presentes en muchas otras ciudades de España, como Oviedo, Vitoria o Madrid, y se han recogido en la guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista», recuerdan desde el OXM, cuyos responsables inciden en que «estudios realizados en ciudades como Salt Lake City, Austin, Wellington, Ottawa y varias de Noruega indican una mejora en la seguridad de los usuarios de la bicicleta, y un ligero aumento del uso de este medio de transporte». Dos aspectos, inciden, que «deberían valorarse antes de tomar cualquier decisión de abandono». Sobre todo, a la vista de que, pese a los argumentos de Barcia, el mismo concejal reconoció que «no había ocurrido ningún accidente» en los ‘ciclocarriles’ gijoneses, «a pesar de que en los últimos dos meses se han reportado 426 incidencias en la ciudad, lo que contradice su discurso».
Para el Observatorio es especialmente censurable que «no se hayan aportado datos o estadísticas que demuestren el supuesto riesgo, ni se ofrezca transparencia alguna», como tampoco se especifica «en qué momento el estado degenerativo de la señalización horizontal de la vía será indicativo de su vigencia; esto supone un riesgo real para cualquier usuario de la calle, y un riesgo jurídico, ya que deja en manos de la percepción de la vía la validez de su señalética». Todo ello combinado con «la falta de alternativas en construcción o planificación por parte de la concejalía», algo inquietante para los integrantes de la plataforma. «Estamos de acuerdo en que la mejor solución es construir infraestructuras dedicadas y seguras, bajo unos estándares de calidad mínimos, pero en este momento no existe ningún proyecto o propuesta para las rutas afectadas, algunas básicas para la red ciclista», abundan.
La conclusión, en suma, es una petición abierta al Consistorio para que «no haga política de la dejación de funciones, proponga esas alternativas lo antes posible y las ejecute antes de tomar cualquier decisión que suponga un retroceso en movilidad».