La compañía será reconocida este jueves con el Premio Gijón Impulsa a Empresa Economía Azul: «Sin ellos no hubiera sido posible. Es una entidad que, de no existir, habría que inventarla”
Azisa Drone Company S.L nació hace ahora siete años, pero empezó a gestarse mucho antes en la mente del gijonés Raúl Álvarez. La idea surgió durante una comida familiar, cuando en la televisión las noticias revelaban como un dron, en Japón, era capaz de usarse para transportar cosas de un lugar a otro. “Recuerdo ver la noticia y decir eso que todos hemos comentado alguna vez, ‘oye, de esto teníamos que poner tú y yo un negocio’”, cuenta Raúl. Pero en su caso, la idea no fue pasajera, algo hizo clic en su cabeza, y la mañana siguiente se despertó pensando en lo mismo. Fue entonces cuando se puso a investigar todo lo que pudo por Internet y vio que, si bien se estaban haciendo algunas cosas similares, había aún mucho campo por explorar.
Pasó meses estudiando, en los ratos libres que le dejaba su trabajo, cómo sería eso de montar una empresa en Gijón: a quién llamar, cómo empezar, dónde buscar asesoramiento. Así se cruzó con Impulsa, con quienes durante un año trazó un plan de negocio e investigó la viabilidad de su idea. Con todo sobre el papel, afrontó la marcha de quien era su socio, que se centró en otro proyecto, y comenzó su andadura con quien hoy le acompaña, Armando Gallego.
De los inicios en el coworking de Impulsa hasta el día de hoy, asentados en ‘La Factoría’ -las naves de las que la entidad pública dispone en el polígono de Tremañes- muchas cosas han cambiado, aunque el espíritu por continuar innovando se mantiene intacto. Espíritu que les llevará este jueves a recoger el premio Gijón Impulsa en la categoría Empresa Economía Azul. Y es que si un principio Azisa comenzó como una empresa que ofrecía soluciones con drones -en situaciones en los que estos son más eficientes y útiles que el ser humano- hoy en día es mucho más. Poco a poco la compañía ha ido innovando en nuevas soluciones que demandaba el mercado, como los vehículo no tripulados tipo catamarán, especialmente diseñados para la inspección de infraestructuras portuarias, los submarinos o los vehículos terrestres no tripulados operados de forma remota.
“Gracias a ellos podemos aportar soluciones a trabajos muy arriesgados para las personas, que tienen lugar en ambientes complicados. Además, gracias a las imágenes que recogemos podemos trazar un análisis de la situación, ofreciendo de esta manera un servicio de consultoría”, explica Álvarez. Con múltiples proyectos en la recámara, uno de los que este gijonés habla con más cariño es ‘Blue-Argo’, una “Roomba del mar” que permite en entornos cercanos a la costa, como puertos deportivos, recoger la suciedad del mar. Como tantas otras, esta iniciativa tuvo que quedarse en stand by al llegar la pandemia, pero no se descarta volver a él si alguna entidad apuesta por el dispositivo: “Mejoraría mucho la forma en que se recoge ahora, de forma artesanal, la suciedad en estos entornos. Es un proyecto con el que nos gustaría aportar nuestro granito de arena en la lucha contra la contaminación”. Y es que estos dispositivos permitirían, además, controlar la calidad del agua, recoger y comparar muestras y, en caso de anomalía, conocer rápidamente qué es lo que está fallando.
Pero de momento, 2024 será un año de expansión para Azisa, que recientemente firmaba un acuerdo con GDES (Grupo Dominguis Energy Services), empresa valenciana con presencia en el sector nuclear en Europa, con la que exportarán de manera conjunta su tecnología fuera de nuestras fronteras. No en vano, Azisa es una de las pocas empresas que ha volado sus drones en cuatro de las cinco centrales nucleares que se encuentran en España. Un paso importante con el que, cuenta Raúl, “estamos muy ilusionados. Por el futuro, pero también por el presente. Y es que cuando llegan reconocimientos siempre es una alegría, pero recibir el premio este jueves, de la mano de Impulsa, va a ser especial. Sin ellos no hubiera sido posible. Es una entidad que, de no existir, habría que inventarla”.