«Cada vez que compramos, los consumidores estamos votando por el tipo de trabajo, de consumo y de sociedad que tenemos»
Una rueca terminó siendo la solución para Paz González Mesa. Con plaza fija en la Administración Pública, decidió dejarlo todo para sumarse a la oleada de emprendimiento rural y convertirse en una de las últimas hilanderas de Asturias, un trabajo artesanal casi en extinción que ella se esfuerza por mantener a través de su actividad y sus cursos desde Puerma, en las Regueras. Y lo hace con la sostenibilidad y la conciencia textil en el punto de mira de sus creaciones.
Para ello el proceso no resulta sencillo y empieza por una buena materia prima, lo más importante. Paz trabaja con lana de oveja xalda, la oveja autóctona asturiana, pero como este tipo de lana no se comercializa en hilos, tiene que encargarse de la obtención desde sus primeros pasos. Para otros diseños también utiliza hilo que preferiblemente proceda de proyectos de recuperación de lana local. Y una vez logra obtenerlos llegan los tintes naturales, un paso que se prolonga unos 5 o 6 días entre baños. Luego todo pasa al telar. «Queda mucho por andar, tenemos que cambiar la mentalidad los consumidores, porque renovar el armario cada temporada con ropa que viene de explotación humana y medioambiental ya no se sostiene», razona la hilandera.
El resto de historia y valores de este proyecto en el corazón de Asturias pueden descubrirse en este vídeo de Canal Prestosu de la Fundación Caja Rural de Asturias. «Los consumidores, cada vez que compramos, estamos votando por un tipo de trabajo, de consumo y de sociedad que tenemos».