El artista asturiano habla sobre su fuerte posicionamiento político y cómo este ha podido afectar a su carrera:»Supongo que ahí está el lado malo, pero también hay mucha gente que aprecia que tengas opinión»
Uno de los mayores exportadores del folclore asturiano se encuentra fuera de casa. Rodrigo Cuevas ha comenzado el año llevando a las principales ciudades de España su ‘Manual de Romería‘, en el marco de la gira con la que presenta su último proyecto bajo el mismo nombre. El pasado fin de semana el ovetense recaló en Madrid para llevar su ‘neofolclore’ hasta la sala The Music Station. Bajo ese pretexto, el artista asturiano tuvo tiempo de atender a distintos medios con los que conversó sobre su vida en la región o su creciente fama, entre otros.
Uno de ellos ha sido El Periódico de España, a quien Cuevas desveló lo «mal» que está llevando el hecho de ser más reconocido y que le paren por la calle. Aseguró entre risas para el diario que «lo de los selfies es lo peor», pero le quitó importancia al mencionar que, al final, se trata de «problemas del primer mundo». A colación de su popularidad, también es preguntado por sus fuertes posicionamientos políticos en redes, algo que confiesa haberle afectado en su carrera y le sirve para recordar su oposición al anuncio hecho por la concejalía de Festejos del Ayuntamiento gijonés cuando esta se encontraba a cargo de Sara Álvarez Rouco, entonces diputada de Vox en el Consistorio, de no programar espectáculos de los artistas que utilizasen el asturiano en sus actuaciones.
«En el Ayuntamiento de Gijón ya dijeron hace tiempo que no me iban a programar por mis opiniones. Supongo que ahí está el lado malo, pero también hay mucha gente que aprecia que tengas una opinión y la digas», rememora el asturiano. El anuncio finalmente sirvió a la edil gijonesa para quedarse fuera del Ejecutivo local al provocar la decisión de la alcaldesa, Carmen Moriyón, de romper su pacto de Gobierno con Vox.
En la charla para el diario digital hacen, por último, alusión a la censura dentro del mundo de la cultura y, tras afirmar que «existe» a través de ejemplos como Valtonyc o Pablo Hasel, Cuevas explica haberla vivido desde su infancia: «Yo toda la vida tuve miedo de expresar mis preferencias sexuales y ahora ya no lo tengo, y por supuesto que voy a replicar a quien trate de decirme que las suyas son mejores que las mías».