- Adrián Barbón, presidente del Principado: «No se corresponde con la planificación que está negociando en estos momentos el Gobierno de España y el Gobierno de Asturias con la empresa»
- Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón: «Monchu García es una persona acostumbrada a vivir de la política y poner en riesgo las instituciones por intereses personales»
Las declaraciones hechas por el secretario general de los socialistas en Gijón han desatado gran revuelo en la política local, autonómica y estatal. El jueves, el líder socialista se reuniría junto al secretario de la sección sindical de UGT-FICA en ArcelorMittal, José Manuel García, para emitir unas declaraciones sobre el futuro de la acería gijonesa y plantear la alternativa de una posible nacionalización de la multinacional por parte del Estado como alternativa al cierre de la siderurgia y si no apareciese ningún comprador privado. A su juicio, el Estado tiene que tener presencia en las cuestiones que son estratégicas: «A mí no me da miedo nada eso».
García destacó también que la familia Mittal no esté cumpliendo con los compromisos acordados con los Gobiernos nacional y regional y destacó la importancia de la industria para la ciudad de Gijón y el conjunto del país en general. «El Estado está atado de pies y manos cuando dio todo lo que podía, ahora está en la mesa de los Mittal ver por qué apuesta y dónde apuesta», explicó. El dirigente socialista reiteró, además, que no puede ser que la sociedad asturiana se quede «de brazos cruzados» cuando hay que garantizar de la mejor manera posible la producción de acero. Unido a ello, recordó que el Gobierno del Partido Popular liderado por José María Aznar «hizo caja» con la venta de empresas que eran públicas y ahora no hay «nada» que permita al Gobierno exigir a la empresa esas inversiones.
El secretario general de la sección sindical de UGT-FICA en ArcelorMittal, José Manuel García, se sumó a las quejas emitidas por el secretario socialista al «abandono» por parte de la acería de las inversiones españolas. García expresó la preocupación del sindicato con la falta de compromiso de la multinacional respecto a las inversiones anunciadas en Asturias, que es lo que garantiza el futuro de las acerías en la región según él. Solo está garantizada la inversión de la acería eléctrica de Gijón, pero no la planta de DRI. Además, entre los presupuestos de este año se incluye la previsión de parar un alto horno en Gijón el próximo mes de abril.
«La política de esta multinacional no se corresponde con el esfuerzo hecho por el Gobierno español, en cuanto a la subvención concedida, ni por los trabajadores y los sindicatos», destaca el líder sindical de UGT-FICA en Arcelor
Por todo ello, ha sostenido que «la política de esta multinacional no se corresponde con el esfuerzo hecho por el Gobierno español, en cuanto a la subvención concedida, ni por los trabajadores y los sindicatos» y realizó un llamamiento público para crear un frente común en defensa de la producción de acero en la región como sector estratégico y de la viabilidad de futuro de las plantas asturianas de ArcelorMittal.
También ha avanzado que van a pedir al Grupo Municipal Socialista que presente una moción en el Pleno para dar un respaldo institucional a la reclamación de las inversiones en ArcelorMittal. Ha dicho esperar, en este sentido, que no haya «nadie» en el Ayuntamiento «que se ponga de perfil». Ha insistido, además, en que están dispuestos a salir a la calle con los trabajadores si se movilizan. Por ello, ha sostenido que si ellos hacen una ‘marcha de hierro’, «yo tengo botas y camino bien», ha resaltado antes de reiterar que no se puede quedar del país sin producir acero. Avanzó que el sindicato tomará las medidas oportunas en consecuencia, incluida la movilización en la calle, sin descartar si quiera emprender una ‘marcha de hierro‘, propuesta recogida por el secretario gijonés, quien aseguró que el PSOE municipal apoyaría las marchas diciendo: «Yo tengo botas y camino bien».
Cruce de acusaciones en la política gijonesa y falta de apoyos en el seno socialista
En alusiones a las exigencias hechas por García al Gobierno gijonés de «ponerse de perfil» e involucrarse en las exigencias hechas a Arcelor, Carmen Moriyón replicó a las declaraciones del secretario socialista explicando que «Monchu García es una persona acostumbrada a vivir de la política y poner en riesgo las instituciones por intereses personales«. La alcaldesa de Gijón aseguró en su cuenta de X que «estas declaraciones serían una más de sus excentricidades si no estuviera jugando con algo tan serio como el empleo de calidad y la viabilidad de proyectos esenciales para Gijón y Asturias».
El diputado regional de Foro, Adrián Pumares, también emitió unas declaraciones reprobatorias en tono similar al de su compañera de partido. En nota de prensa, Pumares acusó al secretario general del PSOE de Gijón «de poner en riesgo el futuro y el empleo de Arcelor» y ve su propuesta como una «irresponsabilidad mayúscula». «Lo que necesita nuestra industria son unos precios de la energía predecibles y competitivos, y no ocurrencias que lo único que logran es ahuyentar a las empresas que crean empleo en Asturias», emitió el parlamentario forista. El partido regionalista, además, exigió al presidente autonómico, Adrián Barbón, que explicase si la formación socialista autonómica apoyaba o no la alternativa lanzada por García.
El líder del Ejecutivo regional, en respuesta a preguntas de los periodistas hechas durante distintos actos de Fitur, se mostró prudente al manifestar que la única estrategia clara respecto a ArcelorMittal ahora mismo «pasa por la negociación entre las administraciones central, regional y la empresa». En referencia más directa a la posible renacionalización de la acería, Barbón reiteró que la propuesta «no se corresponde con la planificación que está negociando en estos momentos el Gobierno de España y el Gobierno de Asturias con la empresa».
Tampoco tardó en replicar el líder de la oposición en el Principado, Álvaro Queipo. El presidente del Partido Popular en Asturias concluyó que, en su opinión, «la solución no pasa por propuestas que saben que no se pueden cumplir, sino en rebajar el precio de la energía, y aquí es donde el Gobierno de Sánchez tiene una clarísima responsabilidad con Asturias y con España, porque estamos hablando de la única siderurgia integral de la nación». Para el popular, las declaraciones de Monchu García solo buscaban «despistar, porque el problema radica en el coste de la energía que no permite asegurar una inversión de este calado durante el tiempo suficiente para poder amortizarla».
«El problema está en el Estatuto Electrointensivo aprobado por el PSOE, y del que el PP ya dijo que no iba a ser la solución porque se premió a Cataluña y el País Vasco en detrimento de Asturias; no escuché al PSOE de Gijón decir nada entonces, y ahora tenemos una inversión paralizada», subrayó.
Por su parte, la diputada de Podemos en Asturias, Covadonga Tomé, explicó el viernes que el Gobierno del Principado debería implantar un fondo público contra las deslocalizaciones de empresas que desde su grupo llevan tiempo reclamando. Según Tomé, solo esa herramienta permite una solución a largo plazo «contra los cierres y la destrucción de empleo meramente especulativos» porque supondría «una garantía de que las empresas que reciben ayudas públicas por su asentamiento o generación de empleo en Asturias tendrían que devolverlas en estos casos». Según la parlamentaria morada, «hoy es ArcelorMittal la multinacional que nos amenaza, mañana puede ser cualquier otra».