Blanco explicó que “la amistad te da un sentimiento placentero más calmado, que tiende a quitar pesos, a no exigir y a abrir espacios”
Definir lo que es la amistad es tarea compleja y precisa de la ayuda de dos filósofos, en este caso, amigos. Nerea Blanco, creadora de la plataforma Filosofers, y Eduardo Infante, colaborador de miGijón y profesor, disfrutaron e hicieron disfrutar al respetable en la tarde de este jueves, profundizando en los entresijos del concepto de amistad. Más de cien personas fueron convocadas a la Escuela de Comercio por la librería Corocotta con Oreja Verde, que tiene a los incansables Ana López y Paco Abril al frente.
A diferencia del amor romántico, Nerea Blanco explicó que “la amistad te da un sentimiento placentero más calmado, que tiende a quitar pesos, a no exigir y a abrir espacios”. En una conversación entre filósofos, no podía faltar Aristóteles: “La amistad es uno de los grandes temas de la filosofía -explicó Eduardo Infante-. El autor griego le dedicó tres libros a este concepto y entre los pensadores siempre se ha considerado un ingrediente fundamental para tener una vida digna. Podemos tener una buena vida sin amor romántico, pero creo que todos estamos de acuerdo en que no podemos ser felices sin amigos”.
Pero, ¿quiénes son nuestros verdaderos amigos? Ambos filósofos coinciden en que una buena pista es “ver a quiénes les brillan los ojos cuando les contamos una noticia positiva sobre nosotros, son los que comparten nuestra alegría”.
En opinión de Nerea Blanco, no son los filósofos más conocidos los mejores modelos a la hora de ejemplificar la amistad: “Leyendo a los autores te das cuenta que su autoestima era muy baja y una visión algo negativa, por tanto, no tenían muchos amigos”. Infante insistió también en la importancia del ‘rito’ en la amistad, en esas costumbres que refuerzan la relación: “Los sábados por la mañana quedo a pasear con mi amigo Melu, y cuando no se cumple el rito es como si faltase algo”.
Por último y ante el contexto político actual, de “enfrentamiento”, Eduardo Infante explicó que la amistad también se traduce, precisamente, en “no ver en el otro a un enemigo, sino a alguien con quien compartir la ciudad, un vecino”. Al final, “todos somos compañeros de un mismo viaje”.