El presunto narcotraficante despertó las sospechas de la Policía Nacional cuando, al ver a los agentes, comenzó a ponerse nervioso y a cambiar de dirección al caminar
La guerra contra la droga no sólo se libra a base de descabezar las grandes organizaciones detrás del narcotráfico. También las pequeñas victorias sobre los distribuidores ‘minoristas’ contribuyen a erosionar ese entramado delictivo. Y uno de los últimos triunfos de esa clase cosechados en Asturias se dio el pasado 6 de febrero, en la estación ferroviaria de Oviedo, cuando agentes de la Policía Nacional sorprendieron a un joven que portaba en una maleta hasta una veintena de pastillas de droga sintética, identificada como éxtasis o MDMA.
Todo sucedió alrededor de las cinco de la tarde de ese día, cuando los uniformados desplegados en el edificio para realizar controles rutinarios repararon en el sujeto. Éste, al ver a los agentes, pasó a estar visiblemente nervioso, y cambió bruscamente de dirección para intentar evitarlos. Ese gesto fue suficiente para terminar de disparar todas las alarmas. El individuo fue alcanzado e identificado por los policías, quienes procedieron, acto seguido, a realizar un registro de la maleta que portaba, localizando, en el interior de una de las prendas, un envoltorio de plata lleno de pastillas de color amarillo, con forma triangular. El joven fue detenido y enviado a las dependencias de la Policía Nacional, donde quedó a disposición del grupo especializado en tráfico de estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial. También se dio cuenta a la Autoridad Judicial.
