Recién aterrizadas en Gijón, dos de las artífices de la Intercontinental comentan las nuevas metas, los sueños y las necesidades del equipo: «¿Qué más tenemos que hacer para que se nos vea?»
Lo han ganado todo. Seis de seis. Este martes volvieron a casa, al Mata Jove, con una Copa Intercontinental que brindar a la afición. Son el mejor equipo de hockey del mundo. Pero es que además, son el mejor equipo de la historia deportiva de Asturias. No se les puede pedir más. Ahora les toca a ellas rendir cuentas. Tienen la afición, las ganas y el talento, pero muchas veces les faltan los medios. No copan portadas, no abren telediarios, no viajan en primera clase. Y sin embargo, podrían medirse de tú a tú a los mejores deportistas del planeta. Pasada la resaca del triunfo, aterrizadas en Gijón, y con La Calzada por bandera, hablan la entrenadora del Telecable Hockey Gijón, Natasha Lee, y la capitana y veterana del equipo, Sara Lolo.
Tras los problemas de logística, las vueltas con los «40.000 euros», las dudas sobre si finalmente el equipo podría viajar… ¿Confiabais en que el equipo no solo podía competir, sino ganar?
Natasha. Sí. Sabíamos que solo teníamos que centrarnos en competir. Teníamos muchas ganas; el focus estaba puesto en esa cita y estábamos muy bien preparadas. El equipo ha estado sublime, hemos entrenado muy bien, hemos sabido llegar en muy buenas condiciones. Como equipo, hemos conquistado el mundo.
Sara Lolo. De repente surgió este tema de la Intercontinental, con el que no se contaba, y fue difícil. En el club vamos siempre muy al día, y no es fácil manejar el presupuesto, más sabiendo que cada año hay más competiciones. Por un momento parecía duro, pero la realidad es que las dudas nunca están presentes en lo deportivo. Nunca dudamos de nuestra capacidad, ni individual ni como equipo. Sabemos de lo que somos capaces juntas. Con el apoyo o los recursos que recibamos en cada momento, sabemos a donde podemos llegar. Estamos lejos de las condiciones ideales y, aun así, somos capaces de hacer algo así.
¿De quién se acuerda una en esos momentos, después de la tensión de los penaltis, de todo lo vivido, entrenado, luchado… cuando ves que uno de tus sueños se ha cumplido?
N. Sobre todo de nuestras familias, de toda la gente que quería estar con nosotras en Argentina. Sabemos que estaban empujándonos desde Asturias.
S. Lleva muchos años llegar hasta aquí. Nos acordamos de toda esa gente que hubiera querido estar con nosotros en aquel estadio de Argentina. Era muy complicado que la gente se pudiera desplazar, pero hemos recibido muchos, muchos mensajes de apoyo estos días. Y por supuesto de nuestras familias. Al final, son quienes han compartido nuestro día a día, nuestro progreso como deportistas y como personas. Y en mi caso particular, me acordé de mi madre, que le hubiera encantado a estar allí con nosotras. Pero bueno, ayer fue su cumpleaños y le trajimos la copa de regalo.
Sois un ejemplo para todo el deporte, en especial en Asturias. Pero en Gijón, y más en La Calzada, hay un sentimiento con el equipo que no se puede describir con palabras. ¿Sentís ese apoyo de barrio, de ciudad, de todos los vecinos y vecinas que os apoyan no solo en estos triunfos, sino cada día?
N. Mucho. Contamos con el apoyo de la ciudad, del barrio, de todos los niños que están en el club, de todas las familias. Cada vez llegamos a más gente en la ciudad de Gijón. Y la verdad es que nos sentimos muy arropadas y muy queridas. Por eso también tenemos esas ganas de celebrar con nuestra gente.
S. Estamos muy metidas en el barrio, hay muchos niños, muchas niñas y familias que forman parte del club. Es un club que es una familia grande, con el trabajo de muchas personas y con un sentimiento de pertenencia que se palpa cuando la gente viene a ver los partidos. Nos gustaría que esto se contagiase a toda Asturias y que todos los asturianos se sientan parte de este hito que hemos conseguido.
¿Qué creéis que tenemos aquí en Gijón que no tienen en otros lugares?
N. Somos disfrutones, nos gusta seguir al equipo de casa. Los padres y las madres siempre nos dicen eso de que lo importante es divertirnos, pero a la vez tenemos esas ganas de competir que hacen que ellos también lo vivan intensamente. Estamos muy orgullosas de nuestra afición.
S. Nuestra afición se diferencia en varios sentidos. La primera es que movemos a gente que no está vinculada directamente al club, que viene a Mata Jove porque un día vino por casualidad y se quedó, y ya forman parte de esto. Cuando vamos a jugar una copa o partidos importantes, siempre trasladamos afición con nosotras. Gente que se pide días de vacaciones, se deja un dinero en viajar… y ves a los niños y no sabes quién tiene más ilusión, si ellos o los padres. Es algo que tiene muchísimo valor, nos sentimos unas privilegiadas en ese sentido.
Natasha Lee: «¿Qué más tenemos que hacer para que se nos vea? Hay mucho elogio, pero necesitamos ese apoyo real«
A raíz de la victoria también han sido muchas las voces, una vez más de vecinos y vecinas, que se quejan de la «poca» repercusión que ha tenido en medios nacionales vuestra hazaña. ¿Se echa de menos ese apoyo que, por ejemplo, ha ido conquistando recientemente el fútbol femenino?
N. Es cierto que acabamos de hacer historia, de conquistar todos los títulos a los que puede aspirar una jugadora de hockey, y vemos que no tenemos esa repercusión en ámbito nacional que nos merecemos. ¿Qué más tenemos que hacer para que se nos vea? Hay mucho elogio, pero necesitamos ese apoyo real.
S. Ahora mismo queremos disfrutar de este momento que ha costado tantos años. No queremos amargarnos pensando en lo que falta, pero es verdad que lo que hemos conseguido es algo muy grande. El otro día nos decían ‘¿cuándo valoréis lo que estáis haciendo?’. Mira, no lo sé, pero necesitamos que desde fuera se valore ya. Para que este proyecto no se diluya, para poder seguir siendo referentes, necesitamos un cambio. Si no conseguimos mejorar condiciones, que las jugadoras no tengan que pedir días de vacaciones en el trabajo para ir a competir…Evidentemente, no vamos a vivir de esto toda la vida, como sí pasa en otros deportes. Pero al menos, que la época en la que nos dedicamos a esto, podamos estar centradas plenamente en ello.
Hemos demostrado que no tenemos techo, que somos un equipo que a poco que le des te lo devuelve multiplicado. Necesitamos que haya un cambio real. ¿Qué más podemos hacer? Nosotras ya no podemos hacer más, hemos hecho todo. Ya no queda nada. También sería importante que esas más de mil personas apuntadas a la grada virtual pudieran ir a vernos. Que hubiera un espacio en Gijón donde competir. En Mata Jove el aforo es de 250 personas.
Siempre se habla de que este equipo es mucho más que eso. ¿Ese es uno de los «secretos» de este éxito sin precedentes?
N. Aquí tenemos esa filosofía de familia, de pertenencia, de querer estar aquí. Creo que enganchamos a la gente, que se sienten partícipes de los triunfos, pero también de derrotas, y que es una de las claves de este equipo.
S. Cada vez somos más gente en el club. Tenemos a gente muy voluntariosa, generosa, contenta por tener a sus hijos aquí. Siempre nos acompañan, es una unión muy intensa y difícil de encontrar.
¿Ya os habéis creído eso de que sí, sois campeonas?
N. Personalmente no, no sé si me lo acabaré de creer. Es algo inexplicable, tenemos una alegría inmensa, pero no nos lo acabamos de creer.
S. No hemos tenido tiempo de pensar mucho, entre el viaje, dormir poco… Y creo que estas cosas se asimilan pasadas semanas o meses, cuando lo ves con perspectiva. Ahora todavía lo veo como algo como normal: fui a jugar un partido, gané y estoy feliz.
Sara Lolo: No creo que nos cansemos nunca de ganar. Queremos convencer de que merece la pena que apuesten por nosotras»
No sé si cabe preguntarlo ahora, con el triunfo aún en los labios, pero, ¿a dónde quiere llegar este equipo? ¿Qué metas quedan cuando lo has ganado todo?
N. No lo sé, llevamos seis de seis. El año pasado hicimos historia y pensamos que no había más, pero este año volvimos a superarnos, Tenemos que estar muy orgullosas. Somos el equipo de referencia, ya no solo en nuestro país, ahora también mundialmente.
S. No creo que nos cansemos nunca de ganar. Somos un grupo ambicioso y solo disfrutamos en pista si las cosas se hacen bien. Aunque vayamos ganando, si no nos encontramos cómodas, se nos nota enseguida. Queremos disfrutar y hacer disfrutar. Dónde quiere llegar el equipo es a algo que va más allá de las pistas, creo que dentro hemos hecho mucho, queremos seguir la línea. Pero sí queremos trascender fuera de la pista, conseguir convencer de que merece la pena que apuesten por nosotras y que este proyecto se abrace a más personas, que no se quede en un equipo que hizo historia una vez. Queremos ser un club con recorrido que podamos seguir dando alegría y triunfo a Gijón y Asturias durante muchos años.
Ayer hablabais de sueños. ¿Con qué soñaban estas jugadoras hace diez o quince años?
N. En acceder al primer equipo y jugar con quienes entonces tenías como referente; en ganar una Liga, una Copa de Europa…Hemos visto que nuestros sueños se han hecho realidad, ahora toca perseguir otros, y trabajar para que se vuelvan a hacer realidad.
S. Soñábamos con que el hockey femenino creciera, con que fuera tan espectacular como el masculino, con pabellones llenos, con condiciones profesionales o semiprofesionales, que empezamos a tener. Con formar un equipo campeón, con un club que creciera, pero siempre manteniendo esa familia. Con el calor y el reconocimiento de la ciudad, que es todo lo que estamos teniendo ahora. Parecían cosas intocables y aquí estamos, disfrutando.
Natasha, después de tantos triunfos como jugadora. ¿Cómo se ve ahora una victoria desde ‘el otro lado’? ¿Qué hay de Natasha en este triunfo?
N. Se disfruta igual, pero se vive distinto. Hay momentos de partido que se sufren mucho, se te pasan mil cosas por la cabeza. En la tanda de penaltis, que como jugadora se me daba muy bien, empecé tranquila, pero según pasó el segundo, el tercero… cada vez más nervios. Y al final, mira. Volvimos a ganar otra copa en los penaltis.
Cuando empecé como entrenadora, una de las cosas que dije es que quería implantar un nuevo sistema de juego que se adaptara al equipo, y creo que las jugadoras se encuentran muy cómodas en ese modelo. En la final quise transmitir esa experiencia de cómo hay que afrontar una final, un partido de este calibre, y ellas lo captaron desde el principio.
Levantar una copa siempre es especial, pero hacerlo como capitana, a miles de kilómetros de casa y con tu equipo «de siempre» es único… ¿Cómo se ve todo esto siendo la veterana de la plantilla?
S. Justo había tenido la oportunidad de jugar dos finales en este estadio y había perdido las dos. No se me había pasado por la cabeza que habría otra. Fue una experiencia brutal: el partido, cómo afrontamos el cansancio, cómo conseguimos no bajar los brazos en ningún momento. Levantar esa copa junto a Marta, la otra capitana, y todas las compañeras, el staff… es una sensación muy reconfortante.
Soy la veterana del equipo, pero empiezo a serlo también de la liga. Hemos alargado bastante la vida deportiva de las jugadoras, gracias a la mejora de condiciones, pero aún estamos lejos de la media de edad de los chicos, lo que es sintomático de la situación del hockey femenino. Ojalá pueda haber gente con 32 años que le quede mucho por jugar y que cada una se retire por propia decisión, no por factores externos.