La muestra ‘Tiburones’ estará disponible hasta el 30 de septiembre: «Busca quitar mitos y contribuir a conocerlos mejor»
El miedo constituye un gran motor para el interés, por eso, tradicionalmente en el imaginario popular ha estado extendida la fascinación por los tiburones, una especie animal que asombra al hombre desde que comenzó a explorar los océanos y que ha sido concebida como un depredador temible de dientes afilados. Sin embargo, algunos claman que los tiburones son mucho más fascinantes y complejos de lo que la imagen popular los reduce, como defiende el BIOPARC Acuario de Gijón. El equipamiento gijonés ha presentado el jueves una de sus exposiciones más interesantes que tiene al Tiburón como protagonista. Una muestra proveniente, nada menos, que del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y que se da a conocer al público europeo por primera vez desde Gijón.
Pionera en territorio europeo, la exposición promete revolucionar la comprensión de uno de los linajes más antiguos y fascinantes del mundo animal ya que, además de captar su majestuosidad, esta desarrolla una amplia narrativa sobre otros aspectos como la evolución genética que han sufrido los tiburones desde sus especies prehistóricas, su diversidad de especies, estilos de caza o sus distintos tipos de hábitats. También recoge temas más acuciantes como la necesidad crítica de conservarlos en un momento en el que su supervivencia corre peligro. La exposición está incluida con la entrada del Acuario y se podrá visitar hasta el próximo 30 de septiembre.
Se compone principalmente de paneles informativos sobre los tiburones y algunas muestras de mandíbulas, aunque según el director de la entidad, en los próximos meses vendrán tiburones al Acuario, quien ha aprovechado su inauguración para recordar que el equipamiento gijonés ya cuenta con más de 20 especies de escualos (especies animales de la familia del tiburón).
El director del Bioparc, Alejandro Beneit, destacó durante el acto inaugural el papel que tendrá la exposición para dar a conocer al público gijonés un poco más a los tiburones, unos animales «imprescindibles» en nuestro ecosistema, al tiempo que la institución gijonesa colabora con una entidad tan importante, como el museo neoyorquino. Según su responsable, el Acuario ya cuenta con un «prestigio», de forma que museos de este tipo se sienten «cómodos» trabajando con ellos. La alcaldesa, Carmen Moriyón, estuvo presente en el evento y destacó igualmente el buen saber hacer del equipo de profesionales detrás de la entidad en un día «para estar con el Acuario y que sirve como prueba de ese trabajo». «Tienen un proyecto magnífico que podría ser un elemento tractor con respecto al futuro de Naval Azul, está siendo muy proactivo y se sienten parte, ya que tienen mucha intención en tener un centro de recuperación de especies», elogió la Regidora.
Beneit también ha llamado la atención en cómo cinco años después de hacerse cargo del Acuario, que pendía de «un hilo», han conseguido mejorar como demostrará el «éxito» de la actual muestra. En declaraciones a los medios, Moriyón ha coincidido en que la dirección del Acuario superó «pruebas muy difíciles» como fue la pandemia, tras la cual «pudo seguir creciendo y posicionándose en investigación o a nivel científico».
El proyecto de ‘Tiburones’, en concreto, intenta dar a conocer que estos animales no son tan peligrosos como se les presupone y, por el contrario, tienen una misión en la biodiversidad. Se busca, por ello, «quitar mitos y contribuir a que sean más conocidos», tal y como apunta Beneit. Este señala, de hecho, que la mayoría no son peligrosos para los humanos pero, sin embargo, los humanos sí suponen una amenaza real en la actualidad para ellos. Las cifras que contiene la muestra indican cómo cada año mueren muchos tiburones a causa de la acción humana. A principios de la década de los años 2000, las estimaciones de las muertes de tiburones causadas por los humanos oscilaban entre 63 millones y 273 millones por año, junto con millones de rayas y quimeras.