«Por ser mujer no entendían mi pasión por el deporte de mi vida, no me aceptaban en el patio, ni jugaban con las mismas reglas conmigo»
El 8M es un día especial, un día diferente. Es el día en el que recordamos que la mujer es parte del motor que consigue que todo en esta vida salga adelante. Ese motor llevaba muchos años sin funcionar del todo bien hasta que nosotras dimos un paso adelante. No digo que sea perfecto porque para tener un motor de alta gama se necesita mucho trabajo en equipo y eso incluye ambas partes, hombres y mujeres. Es muy triste pero si la vida no nos lo hubiera puesto difícil, nosotras no seríamos quien somos hoy en día. Yo soy mujer y deportista pero sobre todo me considero una guerrera y todas esas barreras fueron las que me empujaron a ello.
De pequeña, por ser mujer no entendían mi pasión por el deporte de mi vida, no me aceptaban en el patio, ni jugaban con las mismas reglas conmigo. No podían entenderlo porque era mujer, no les gustaba porque peleaba contra todo. Con los años algunos me aceptaban aún menos y las reglas se volvían más estrictas, pero yo seguía peleando, seguía metiendo el pie donde no me dejaban. Bueno, en mi caso las manos porque desde muy pequeña me enamoré de la portería. Sin embargo, después de unos años se dieron cuenta de que jugábamos en el mismo equipo y ellos mismos me defendían contra otros y llegamos a remar muy lejos juntos. Siempre intento recordar esta historia cuando me encuentro una nueva barrera en el camino, porque sin ellos yo no sería la guerrera que soy hoy en día. Pero lo más importante de esta historia es el amor propio. Me quería tal y como era y siempre acepté quien quería ser de mayor. Soñaba muy alto y lo sigo haciendo hoy en día.
Con estas palabras espero que muchas niñas se sientan identificadas y que vean los obstáculos como nuevas oportunidades. También espero que nos paremos un segundo a agradecer a aquellos que nos acogieron en su equipo los primeros, porque sin su apoyo esto hubiera sido un camino mucho más largo. En estos últimos años me he dado cuenta de que soy mucho Más Que Futbolista, y entre todo ello, soy mujer. Soy una mujer guerrera que tiene muchas ganas de soñar y trabajar en equipo para que el motor de la vida avance sin detenerse.
María Echezarreta ‘Cheza’ es una guardameta asturiana que fue internacional en categorías juveniles de la Selección Española y ahora milita en el UD Tenerife, equipo de Liga F