Los socialistas se suman a las voces que no dan por perdida la batalla por la presencia del torneo futbolístico en Gijón, y acusan a la alcaldesa de haber tomado «una decisión unilateral sin rigor, ni estudios» que avalen su negativa
Se recrudece la batalla en torno a la negativa del Gobierno gijonés de dar los pasos para que la ciudad sea una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2030. Y todo después de que, en el Pleno ordinario de marzo, celebrado este mismo miércoles, la alcaldesa, Carmen Moriyón, reiterase el actual «no es no». Una postura a la que, apenas veinticuatro horas después, respondía el PSOE local; y lo hacía poniendo encima del tapete un proyecto alternativo de reforma del estadio de El Molinón que, en su opinión, cumpliría con los requisitos impuestos por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Una apuesta desesperada para tratar de alterar un rumbo que, en su opinión, bebe de «una decisión unilateral sin rigor, ni estudios que puedan avalarla».
Fue el portavoz socialista Luis Manuel Flórez, ‘Floro’, acompañado por los concejales Ramón Tuero y Marina Pineda, quien expuso los detalles de un plan cuya base sería el recrecido de todas las tribunas, siguiendo la sección y forma de la Tribuna Este. Con ello se unificaría el perímetro de la grada superior al completo, y culminaría con una cubierta continúa atirantada por nuevos perfiles metálicos. El resultado sería la conservación de toda la edificación existente, pues sólo se elevarían en altura las cuatro gradas actuales. «Los asientos crecerían en elevación hasta la altura de la Grada Este. Son en total dieciocho filas más que las que hay ahora en las Tribunas Norte, Sur y Oeste, y seis filas más en la Este», acotó Tuero.
Un coste estimado inferior a 30 millones de euros
En palabras del edil, como resultado de esa intervención el estadio tendría capacidad para albergar a 43.230 espectadores, y «ya cumpliría con el requisito de aforo de la FIFA». En cuanto al resto de la edificación existente, el proyecto del PSOE contempla únicamente la demolición de la pequeña tribuna superior de la Grada Norte, así como de todas las cubiertas, algunas de las cuales «tienen más de cincuenta años, por lo que requieren de constantes inversiones en mantenimiento y reparaciones». Incluyendo la puesta a punto y adaptación de la fachada, y cualquier restauración que pudiese ser precisa, los socialistas cifran el coste de ejecución en menos de 30 millones de euros, tomando como referencia la ampliación de la Grada Norte adjudicada por el Ayuntamiento en 2010, y aplicándole el incremento de los precios en un 30% desde entonces.
El cartucho disparado por los socialistas trata de devolver las posibilidades a una maniobra, la inclusión de Gijón entre las sedes del Mundial, que, «según los datos que manejamos, arroja variables económicas y de empleo muy favorables». En ese sentido, Tuero dejó claro que las críticas vertidas desde el PSOE contra el Ejecutivo gijonés se deben, precisamente, a la ausencia de explicación alguna sobre la negativa a la candidatura. «Tenemos alternativas y proponemos soluciones, no nos quedamos de brazos cruzados, cegados por la apatía y los complejos a los que nos somete este Gobierno local. Carmen Moriyón cae en la inoperancia y responsabiliza a los demás de no asumir el papel que ella misma debería desempeñar: el liderazgo en la gestión municipal», concluyó el concejal.