«Desde ya, sabemos un poco más de la importancia que tiene la llamada ‘investigación básica’. Gracias a ella se pudo conseguir la vacuna del COVID, porque muchos de los pasos ya estaban hechos»
Los encuentros organizados por Bea Fernández en las instalaciones de Somió Park son siempre multitudinarios. Y lo son por el interés de las ponencias, que nunca dejan indiferente a nadie.
‘Ellas son vitamina’, nombre del evento mensual, ya deja entrever que las protagonistas siempre son mujeres interesantes de conocer y escuchar.
La décima reunión, cifra redonda a la que se ha llegado con éxito de asistencia, tuvo como ponentes a dos científicas que ejercen en nuestra región y que fueron contactadas por la empresaria Ana Amieva, que lidera la empresa familiar dirigida a la salud animal Cheminal Ibérica. De ahí la presencia de infinidad de clínicas veterinarias.
Pilar García y Lucía Fernández, del grupo de investigación DairySafe, liderado por la primera, trabajan en proyectos enmarcados en el área de la microbiología. Su objetivo es que la buena calidad de los alimentos y su seguridad esté garantizada, además de intentar implantar estrategias sostenibles de bioconservación.
Aunque el tema es de lo más complejo, la intervención de ambas fue animadísima e interesante, por la cercanía de ellas y la ponencia tan amena que consiguieron.
Desde ya, sabemos un poco más de la importancia que tiene la llamada ‘investigación básica’. Gracias a ella se pudo conseguir la vacuna del COVID, porque muchos de los pasos ya estaban hechos. En cuanto a las famosas PCR, se utilizan desde 1980. Nada estaba por descubrir, sólo había que dar con ese material genético para acabar con el coronavirus.
¿Y las bacterias? Sabemos que son importantísimas para los tratamientos de antibióticos.
Pues de eso iba este nuevo encuentro, que servirá seguramente para que alguna de las presentes intente hacer de la investigación su trabajo.
Nada es imposible si se cree firmemente en ello.