En ambos casos las víctimas cayeron al mar y, pese a los esfuerzos de los equipos de rescate, fue imposible evitar los trágicos desenlaces
Los efectos sobre Asturias de la borrasca ‘Nelson’, que desde hace días azota el norte peninsular, ya han cruzado la frontera de los simples contenedores volcados, de las terrazas dañadas, de los tendales arrancados… Dos personas, una en Cudillero y otra en San esteban de Pravia, perdían la vida este jueves a causa de la tempestad, sin que los servicios de emergencias pudiesen hacer nada por ellas. En ambos casos las víctimas, que se encontraban demasiado cerca de la mar, fueron engullidas por el Cantábrico, razón por la que las autoridades, mientras investigan los dos sucesos, alertan de que se extremen las precauciones al permanecer en exteriores.
Cudillero fue el escenario de la primera de las tragedias. Alrededor de las 12.59 horas el Centro de Coordinación de Emergencias del 112 en la región recibió el aviso de que una mujer había caído al agua desde el puerto de dicha localidad, y su cuerpo estaba siendo golpeado contra las rocas. Una lancha particular consiguió rescatarla, inconsciente, antes de que llegasen los efectivos de rescate, y en el muelle se le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, aunque en vano. Pese a que el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) envió al lugar al equipo de Atención Primaria de Cudillero, con la ambulancia de la zona y el equipo médico de la UVI-móvil de Avilés, sólo se pudo confirmar su fallecimiento.
Casi al mismo tiempo, en San Esteban de Pravia, un hombre se precipitaba a las olas desde el espigón de la población. La alerta llegó a las 13.01 horas, y la sala del 112 movilizó al Grupo de Rescate con el helicóptero medicalizado, y una dotación de Bomberos de Asturias con base en el parque de Pravia. Paralelamente, se activó el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de salvamento acuático de Cruz Roja, y se informó a Salvamento Marítimo, si bien estas dos últimas fuerzas no llegaron a intervenir. A la postre, fue la tripulación de la aeronave la que localizó y rescató los restos del sujeto, que flotaban en la ría de San Esteban. Para las 13.48 el cadáver estaba ya en tierra firme, en manos de la Guardia Civil, que coordinó su levantamiento.