Desde el Sindicato de Estudiantes admiten que la finalización de las clases y el inicio de la temporada de exámenes dificultan que se llegue a extremos como los vividos en Nueva York y París, aunque «seguiremos con las movilizaciones»
En los últimos días la vieja Europa, todo Occidente y, en general, la comunidad internacional en pleno han observado con admiración, algunos, y con preocupación, otros, cómo las acampadas estudiantiles contrarias al ataque israelí sobre Gaza realizadas en la Universidad de Columbia, en Nueva York; en la de California, en Los Ángeles, y en otros campus de Estados Unidos degeneraban en desalojos y enfrentamientos multitudinarios entre los participantes en las protestas, las fuerzas de seguridad y grupos sionistas opositores. Esa llama, aún candente al otro lado del Atlántico, prendía este mismo jueves en Francia, donde la Universidad Sciences Po de París se veía obligada a cerrar algunas de sus instalaciones por la presencia de alumnos concentrados, lo que obligó a intervenir a los antidisturbios de la Gendarmería Nacional. Y, mientras el resto del continente se pregunta cuál será la próxima ciudad, o país, al que llegará ese movimiento, en el Principado no pocos se hacen una pregunta análoga… ¿Podría esa oleada de protestas alcanzar la Universidad de Oviedo?
«Lo primero que queremos es mandar toda nuestra solidaridad a esos compañeros», comienza Anahí López, portavoz del Sindicato de Estudiantes/Libres y Combativas Asturias. Y no es una afirmación gratuita. Para ella, como para la mayoría de sus representados, lo ocurrido en las últimas horas en Estados Unidos y en Francia constituye «un ejemplo de cómo queremos dar la batalla contra todo lo que está sucediendo en Palestina; es la demostración perfecta de cómo hay que plantar cara a este genocidio«. Nada que ver con lo que se está dando en España, aunque eso tampoco es sinónimo de inmovilismo, ni mucho menos. Por el momento, en la Universidad de Valencia ya se ha organizado una acampada, la única de la que, por ahora, se tiene constancia en suelo patrio. «Quizá en el Estado español las acciones sean más tímida, pero vamos por el camino positivo», reflexiona López.
Ahora bien, el riesgo de que en la Universidad de Oviedo se produzca una escalada análoga a la presenciada en esos dos países es bastante bajo; no por falta de voluntad, sino por una mera cuestión de calendario. Tal como aclaran desde el Sindicato de Estudiantes, en Asturias las clases presenciales ya han finalizado, y el alumnado está centrado en preparar los exámenes finales, fechados en su mayoría a partir de junio. «Con la mayoría de los campus vacíos, es complicado que podamos llegar a ese punto«, admite López. Ahora bien, una vez más la inacción no es una opción. Sin ir más lejos, el miércoles de la semana que viene, a las 12 horas, se repetirá la concentración de apoyo al pueblo palestino que lleva sucediéndose desde hace quince días; eso sí, será la última de su tipo prevista. Aun así, todavía quedará por disparar un cartucho más, como mínimo: el 19 de mayo el Sindicato se sumará a la manifestación convocada a nivel nacional y europeo.
Como concluye López, «todas las movilizaciones demuestran que lo que pasa en Gaza se está entendiendo como lo que es: un genocidio televisado a diario, al que la juventud y los trabajadores queremos dar una respuesta».