El pesquero vasco ‘María Digna Dos’ ha descargado un total de 7.000 kilos del preciado túnido; desde Basilio confirman que esa primera tina se quedará «en los mejores restaurantes de Gijón»

El ‘oro del Atlántico’ ha llegado, al fin, a Gijón. La campaña del bonito ha arrancado con toda su potencia, y la lonja de El Musel ha subastado esta misma mañana los 7.000 kilos que conforman los cargamentos iniciales de una temporada que se prevé positiva. Y para ejemplo, un botón: la primera tina del preciado túnido, descargada en los muelles por el veterano pesquero ‘María Digna Dos’, con base en la localidad vasca de Bermeo, ha alcanzado un precio de 39,82 euros el kilo, un resultado más que prometedor. Su compra ha recaído en la no menos consolidada empresa Pescados Basilio, cuyo gerente, Basilio Castro, se mostraba visiblemente satisfecho.
«Estamos muy contentos porque para nosotros no es sólo una campaña económica y de producto, sino que es algo que llevamos dentro: la tradición del bonito en Asturias», ha reconocido Castro al término de la puja. En concreto, el contenido de esta tina, ha confirmado, «se va a quedar aquí, en los restaurantes más selectos de Gijón«, si bien ha preferido no desvelar la identidad de sus potenciales clientes. «Veníamos con ese objetivo; queríamos cogerla para destacar con la hostelería, que es con la que más trabajamos, con la más importante de Gijón y de Asturias», ha detallado a continuación, si bien esa meta concreta en el día de hoy, y esa conservación del primer túnido de esta temporada en suelo asturiano, no eclipsa su pretensión de «dar a conocer el bonito fuera de nuestra región«.

No obstante, la alegría de Castro no habría sido posible sin la dura labor desempeñada por la esforzada tripulación del ‘María Digna Dos’, cuyo patrón, Juan Carlos García Suárez, también se ha revelado contento. No en vano, tras cinco días faenando en el Atlántico, en aguas de las Azores, «lo que hemos visto da una perspectiva un poco mejor que otros años«, algo que quedará confirmado, o desmentido, en cuestión de semanas, una vez los cardúmenes de peces naden ya en el Cantábrico. Tampoco el precio es motivo de queja; teniendo en cuenta que su buque hubo de zarpar más tarde de lo previsto, debido a problemas imprevistos, «no me puedo quejar» de la ganancia obtenida por los 7.000 kilos de bonito y los 440 de patudo descargados hoy.
Paralelamente, otros barcos están ya inmersos en esta campaña, incluidos, como García ha detallado, «tres en Avilés, otro en Burela y alguno más». Por ello, y a tenor de la cantidad y comportamiento del pescado en estas jornadas iniciales, las expectativas son favorable, y no pocos, tanto en el ámbito pesquero como en los del comercio y la restauración, auguran una temporada del bonito digna de aprovechar.