El combinado gijonés cuenta las horas que le separan de su primer gran encuentro contra el Espanyol por el pase a Primera, que se disputará esta tarde en El Molinón
A estas horas casi parece que las pulsaciones de ‘La Mareona’ pueden oírse por las calles de Gijón… Y, las cosas como son, no hay escasez de motivos. El ‘sportinguismo’ está muy atento a sus relojes, contando el tiempo, cada vez más breve, que resta hasta que, a las nueve de la tarde de hoy, El Molinón estalle con el primero de los partidos que el Sporting deberá disputar en su camino de regreso a Primera: la ida contra el Espanyol. La presión para aficionados y jugadores es alta, desde luego… Y el resultado cosechado ayer por el Real Oviedo contra el Éibar no ha contribuido ha aliviarla, desde luego. No en vano, los ovetenses finiquitaron el encuentro en el Carlos Tartiere con un empate a cero que, salvo por una nimia ventaja motivada por el que la vuelta vaya a disputarse en campo armero, mantiene impoluta la posibilidad de que la final de los playoffs se dirima en un derbi asturiano de leyenda.
Fue el de ayer un duelo intenso, muy técnico según los comentaristas de los diversos medios que lo cubrieron, en el que destacaron las abundantes invasiones de campo contrario hechas por el Oviedo. La calidad de los asturianos, ampliamente elogiada durante esta Liga, volvió a quedar de manifiesto, y el propio entrenador, Luis Carrión, además de invitar a la calma, concedía al término del encuentro que «el equipo ha dado la cara con todas las de la ley«. Y la afición ‘carbayona’ respondió; ya en los minutos previos al inicio los alrededores del Tartiere aparecían dominados por una marabunta de seguidores que recibieron con vítores y bengalas el autobús del combinado, y que, desde unas gradas repletas, apoyaron a los suyos en todo momento. Un grado de implicación que, muy probablemente, se replicará esta tarde en Gijón.
Así las cosas, y con todo como estaba, el Oviedo necesitará una victoria sobre el Éibar en suelo vasco el próximo miércoles para pasar a la final. Mucho menos claro es el futuro del Sporting, que aún no ha disputado ninguno de sus dos encuentros de semifinales con el Espanyol. No será hasta que este domingo, ya entrada la noche, concluya el partido contra los catalanes cuando la aritmética empezará a funcionar, y podrá especularse qué resultado necesitarán los de Miguel Ángel Ramírez Medina el jueves que viene para dar el salto a ese ansiado mano a mano por el ascenso…