El artista asturiano ha compartido su preocupación por la actual visita del argentino a España y hace un llamamiento a sus seguidores para no «convertirle en trending topic» y a buscar otras formas de «politizarse» más allá de las redes
Todo aquel que siga la trayectoria de Rodrigo Cuevas habrá asumido que admira a un artista que no tiene pelos en la lengua en temas de política, polémicas o cuestiones de ideología, y quizá ese carácter reivindicativo que el cantante no se molesta en esconder probablemente sea uno de los rasgos que su público más aplauda de él. El folclórico asturiano ya ha explicado en muchas ocasiones y entrevistas su tendencia política progresista de izquierdas y, tal y como él mismo expresa, «contraria a los fascismos». En su última publicación de Instagram habla sobre la segunda visita del presidente argentino, Javier Milei, en apenas dos meses a España que comienza este jueves. Admite que es un tema que «le preocupa», pero elige dar sus explicaciones de una forma bastante particular.
Con la mordacidad y comicidad que caracterizan al autor de ‘Manual de Romería’, cuenta a cámara que decidió hacerse una «skincare routine» -rutina de cuidado facial en castellano- tras enterarse de que «Instagram favorece mucho más los contenidos banales que las cosas que fomentan el pensamiento crítico». Por ello, con su único producto de belleza en la mano, un tarro de crema hidratante, procede a hablar sobre el asunto que le tiene preocupado. Se trata de la visita de «la mala persona» o «el fascista mayor» del actual presidente de la República de Argentina, quien «va a ser recibido por otras malas personas» como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, «una jefa de las malas personas», añade el de Oviedo.
En efecto, el líder argentino comienza este jueves su segunda visita por la Península desde que fuese investido presidente hace unos meses. El pasado 19 de mayo, Milei visitó la capital en compañía de los líderes de Vox para reunirse con empresarios españoles durante un acto en el Palacio de Vistalegre. Esta vez vuelve a Madrid para recibir la Medalla Internacional otorgada por la Comunidad de Madrid a manos de su presidenta en un acto que tendrá lugar mañana viernes. También ha solicitado una audiencia con el Rey Felipe VI, pero la cita no figura en la agenda de la Casa Real ni tampoco se reunirá con ningún miembro del Gobierno.
La visita que comienza hoy del presidente argentino supone para Cuevas que ambos líderes, Milei y Ayuso, vayan a decir «cosas muy brutas, muy bestias, cosas gordísimas que no les caben ni por la garganta de lo gordas que son, cosas que ni ellos mismos se creen, que si ellos llegaran a presenciar se horrorizarían». El artista interpreta que ambos dirigentes dicen esas cosas «para enfadarnos, para que vayamos corriendo a Instagram o a Twitter y les hagamos trending topic, porque ellos quieren ser trending topic, viven de eso y de enfadarnos y enfrentarnos». Por eso, hace un llamamiento a todos aquellos que estén siguiendo su ‘skincare’ y les pregunta: «¿No sería increíble que en Twitter no fueran trending topic mañana estos señores?».
Cuevas considera que «sería ideal» que en vez de acudir a las redes como forma de protesta «nos politizáramos de verdad, porque politizarse no es escribir por Instagram o Twitter, ni enfadarse, ni odiar al pescadero porque no se haya posicionado lo suficiente ni odiar al vecino». Cuevas desvela que el asociacionismo constituye para él la única receta para politizarse de verdad y «luchar contra el fascismo». «Que nos asociemos, que nos metamos en las asociaciones que defienden nuestros barrios de las especulaciones, que nos metamos en asociaciones que acogen a personas racializadas, que dediquemos parte de nuestro tiempo a organizaciones que luchen de verdad contra el fascismo, es lo que más odiaría esta gente», concluye el cantante.
A ver si os dejáis de subir estas «»noticias»» que son una auténtica gilipollez y os dedicáis a cosas más importantes, que estáis haciendo el ridículo. Apestáis a hippies. Ya no se os puede tomar enserio. Se os ve el plumero con todo el pack ideológico defendiendo a la izquierda. Lo dicho, verguenza.
Heidegger huele un poco a viejo…