Desde la FAV afean que la petición le fue trasladada a los responsables de EMTUSA, verbalmente y por registro, recibiendo un compromiso de la empresa municipal de «estudiar» el caso e «informar», que no se ha cumplido
La entrada en vigor, desde este lunes, de las cuatro líneas de ‘Búho’ con las que la Empresa Municipal de Transportes Urbanos de Gijón (EMTUSA) cubrirá los servicios nocturnos diariamente hasta que acabe el verano no ha sentado demasiado bien en aquellas zonas que, a diferencia El Cerilleru, Montevil, Nuevo Roces y Vega, no sirven de cabecera, o de parada intermedia, a alguna de ellas. Y es en Tremañes donde ese malestar ha eclosionado en primer lugar. La Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), por medio de un comunicado, se ha hecho eco del mal sabor de boca dejado en el barrio por esa distribución de trayectos, y ha concluido que el que esa zona de la ciudad haya sido dejada fuera es una muestra absoluta de «falta de sensibilidad» hacia las necesidades de los lugareños. Sobre todo, a tenor de que en Tremañes se solicitó expresamente el establecimiento de una línea nocturna propia.
Tal como el escrito de la FAV recuerda, hace casi dos meses, el pasado mayo, la Asociación Vecinal ‘Evaristo Valle’ solicitó por registro a EMTUSA la extensión del servicio ‘Búho’ a Tremañes. Esa misma petición se formuló poco después, de forma verbal, al presidente y al gerente de la empresa municipal. Según la agrupación de colectivos vecinales, ambos cargos se comprometieron a «estudiarlo» y, «en cualquier caso, a ponerse en contracto con el presidente de la asociación vecinal, José Manuel Álvarez García». Sin embargo, esa contestación nunca llegó; ni en positivo, ni en negativo. Así las cosas, no es de extrañar que la sorpresa, y no precisamente agradable, se adueñase del lugar cuando se hicieron públicos los trazados nocturnos definitivos de esta temporada estival, y se constató que Tremañes, efectivamente, se había quedado fuera del reparto.
«Más allá de la escasa sensibilidad que se muestra con las peticiones de la Zona Oeste y de los barrios más marginales de Gijón, lo que no podemos tolerar es el pasotismo absoluto que muestran a las reivindicaciones vecinales, a las que ni siquiera se molestan en contestar», elevan desde la FAV, sentenciando que «la callada por respuesta no nos sirve». Especialmente cuando el recuerdo de los «paseíllos» anteriores a las elecciones municipales del año pasado están aún presentes en el recuerdo colectivo. «Cuando gobiernan, se olvidan de los principios más básicos de cortesía: si pedimos algo, digan sí o no, pero contesten: tenemos vecinos y vecinas a las que dar una respuesta y unos motivos», sentencian. Y concluyen confiando en que «las cosas cambien», si bien sin obviar que «esta es una muestra más de la poca consideración que están empezando a tener por las asociaciones vecinales».