Las afectadas conceden que se las suspendiese por no haber paginado todas las hojas del examen, pero consideran «injusto y desmesurado» que por ello se las haya catalogado como ‘No presentadas’, cerrándoles las puertas de la bolsa de trabajo
Desconcertadas, tristes, decepcionadas, dudosas sobre su futuro… Pero decididas a dar la batalla a la Administración. Así es como se sienten las aspirantes al cuerpo de Maestros que, al término de la oposición que el pasado 22 de junio congregó en Asturias a 4.783 candidatos, fueron expulsadas del proceso por numerar incorrectamente las páginas de sus respectivos exámenes. Sólo dos días después de que cuatro de ellas se concentrasen frente a la sede de la Consejería de Educación, vestidas de presidiarias, para reclamar una «medida de gracia» ante lo que consideran un simple «error de forma», y una vez conocida la negativa del organismo autonómico a ceder a su petición, las afectadas han dado un paso más, y han optado por recurrir la decisión del área que preside Lydia Espina. Es sólo la siguiente de una serie de acciones reivindicativas que ya están planificando, y que irán aplicando en función del resultado que obtengan con dicho recurso.
«No pensamos parar; vamos a ir hasta el final», confirma, desafiante, Raquel López, quien desde el inicio de la polémica ha dado voz al malestar de las aspirantes. En su caso, rememora, el problema radicó en que durante la prueba hubo de pedir folios extra para completar el desarrollo de los contenidos, pero olvidó escribir el número concreto del tema en esas hojas adicionales. Un lapso que «podría pasarle a cualquiera, con la presión y el estrés que se tienen encima cuando estás opositando», y que las bases de la convocatoria dejan claro que es motivo de suspenso. Hasta ahí, nada que objetar, si bien López recalca que «hubo tribunales que estuvieron pendientes de indicar a los opositores que revisasen esos fallos, y otros, no, con lo que se vulneró el principio de igualdad«. El verdadero detonante de la tensión actual se halla en que, además de ser suspendidas y expulsadas, se las designó como ‘No presentadas’. Y esa catalogación las penaliza dejándolas fuera de la lista de docentes interinos durante, al menos, dos años.
«Esto es desmesurado, a nadie le entra en la cabeza semejante locura; van a dejarnos en la calle, y algunas ni siquiera tendrán derecho a paro«, clama López. Por ello, y es lo que pretenden con el recurso, exigen a Educación una reunión inmediata con los sindicatos, de la que salga una modificación de las bases que no equipare a quienes incurren en errores de ese tipo con aquellos que, directamente, optan por no presentarse al examen. «Desde hace años hay un acuerdo de interinos que no se ha tocado; es tan fácil como meter una cláusula para que las personas como nosotras se mantengan en la lista de interinos, y ningún sindicato va a decir que no. No le quitaríamos su plaza a nadie, porque seguiríamos suspensas, pero, al menos, podríamos seguir en la bolsa«, recalca. Y advierte de que, si bien son cuatro las que se han decidido a poner su rostro en este pulso con el Principado, «por detrás hay muchas más. ¿Qué pasa? Que la gente tiene miedo a posibles consecuencias, a represalias dentro de dos años. Pero no vamos a dejar que esto quede así».