Los portavoces de PSOE, Izquierda Unida y Podemos denuncian que la regidora «no ha dado ninguna explicación» sobre su condena por parte del Tribunal de Cuentas, y la acusan de haber demostrado «un odio profundamente antidemocrático»
Ni quince minutos. No habían transcurrido siquiera un cuarto de hora desde que, a las once y veinte de esta mañana, la oposición gijonesa abandonase en bloque el aún inconcluso Pleno de julio, y los portavoces municipales de PSOE, Izquierda Unida y Podemos ya se posicionaban ante los medios para hacer balance de la conducta de la regidora, Carmen Moriyón, en la comparecencia por ellos solicitada, y en la que, en teoría, debería haber dado explicaciones sobre la sentencia del Tribunal de Cuentas contra su persona, acusándola de uso indebido de fondos de Foro. Una valoración, la suya, profundamente crítica con el rol desempeñado por Moriyón durante los cuarenta minutos de intercambios de acusaciones, y cuyo sentir compartido resumió Luis Manuel Flórez, ‘Floro’, cabeza de lista de los socialistas gijoneses, con una sentencia contundente: «Gijón no tiene alcaldesa«.
Visiblemente molesto, al igual que sus homólogos de Izquierda Unida, Javier Suárez Llana, y de Podemos, Olaya Suárez, ‘Floro‘ acusaba a la regidora de haber «enseñado su verdadera cara: la del autoritarismo, la soberbia, la propaganda engañosa, la ocultación, las irregularidades en el uso del dinero público y el engaño permanente». Bajando al detalle de la comparecencia propiamente dicha, el edil del PSOE incidió en que «no hemos visto ni explicaciones convincentes, ni disculpas, ni transparencia; estamos en el ‘Tú más que yo’, en esas cosas que, realmente, no crean afición por la política entre la ciudadanía». Con todo, el mayor foco de malestar en ‘Floro’ lo suscitaron las acusaciones de persecución por parte de Moriyón, un ejercicio «de victimismo clásico; habla de persecución quien, en su primer mandato, dedicó varios años a acosar y perseguir a trabajadores municipales, a quienes arruinó la vida, pues hubo gente que, incluso, perdió el trabajo y enfermó». Todo lo anterior es para él «inexplicable», y lo atribuye a que la alcaldesa «perdió los papeles». Un matiz que no camufla el que, para él Foro sea «un proyecto fallido. El municipio se merece algo mejor».
«Moriyón ha usado su táctica habitual: una primera parte de victimización y una segunda de ataque, cuando ya no teníamos respuesta», afean
También virulento en sus declaraciones de mostraba Suárez Llana, tajante al interpretar las escenas vividas hoy en el Pleno como un ejercicio de «odio profundamente antidemocrático». ¿La prueba? El cariz de las palabras de Moriyón. «Nos acusó a los tres grupos de, presuntamente, hacer toda una serie de barbaridades, que es la fórmula cuando no tienes pruebas, o sabes que lo que dices, directamente, es mentira; en cambio, lo suyo está probado mediante la sentencia del Tribunal de Cuentas, y ella misma lo reconoció», ha reflexionado esta mañana. Ahora bien, el líder gijonés de Izquierda Unida sí ha detectado cierto tacticismo en la forma de actual de la regidora. «Ha habido una primera parte de victimización, y una segunda de ataque, cuando nosotros ya no teníamos margen de respuesta. Es el tono que lleva utilizando desde el principio del mandato; los que convivimos con ella en esta casa lo sabemos», ha analizado. Como también percibe intencionalidad en la polémica decisión de prohibir el registro de preguntas; de haberlas aceptado, «tendría que responder a cada uno de los portavoces con el tú a tú, y no ha querido. Por eso reiteramos que tiene secuestrado el Ayuntamiento».
Las limitaciones de tiempo impuestas por la fórmula de la comparecencia y la ausencia de preguntas ha centrado el análisis hechos por Olaya Suárez. «Pasamos de tener catorce minutos por grupo para hablar a tener seis, y ella, en sus nueve minutos de comparecencia final, nos ha atacado y acusado de cosas tremendamente graves, si que hayamos podido responder», ha lamentado. Ahora bien, también ha recurrido a sus conocimientos profesionales, fruto de su experiencia como contable, para desmentir una de las afirmaciones de Moriyón: que, en el momento en que se instruyó la causa, los partidos de la oposición declinaron comparecer. «No se envía nada a los grupos municipales para que opinen sobre las cuentas de nadie», ha concretado. Y ha finalizado resumiendo el comportamiento de la alcaldesa como «la demostración de un profundo oportunismo. No tiene palabra».
La moción de censura, descartada porque «no dan los números»
Dicho lo anterior, las tres fuerzas han reiterado su convicción de que lo que Moriyón debería hacer ahora es dimitir, aunque han descartado la opción de plantear una moción de censura, puesto que, literalmente, «no dan los números». Y no han dejado indemne al PP, cuya portavoz, Ángela Pumariega, durante la comparecencia se limitó a apuntar que «lo que había que decir al respecto ya lo ha dado el Tribunal de Cuentas; el PP tiene poco más que añadir», y a confirmar que el pacto de Gobierno no corre peligro por el escándalo de la sentencia. Sobre eso PSOE, Izquierda Unida y Foro han acusado a Pumariega y al resto de los populares de «echar balones fuera», y no han dudado en calificar al principal socio de Moriyón en el Ejecutivo de «ser colaborador necesario en ese secuestro del Consistorio gijonés».